Estamos evaluando...

Como estamos en época de pruebas, controles, exámenes o evaluaciones, que todos esos nombres podemos aplicar a la ingrata tarea de condensar en una nota el esfuerzo, los resultados del esfuerzo o no-esfuerzo, valorar actitudes, comportamientos, logros obtenidos, Douce me sorprendió en plena faena. Curiosa siempre, me ha preguntado.

- "¿Y ahora qué haces?" La verdad es que no suele ser preguntona, no se mete mucho en mi vida, cosa que le agradezco infinito, pero hoy había terminado su siesta, la tarde estaba desapacible para dar un paseo, y debió hacer la pregunta o para ‘matar tiempo’ – crimen que no suele hacer, lo vive, no lo mata – o simplemente para llamar la atención y que le hiciera un poco de caso.

- Pues mira, guapa, le dije. Estoy preparando y corrigiendo exámenes.

- ¿Y eso qué éee?, me preguntó con un poco de guasa

- Creo que lo sabes, alguna vez te he dicho, que es la cosa que menos me gusta de mi trabajo

- Sí, eso ya lo sabía, pero nunca me has explicado bien por qué.

- Pues porque hasta explicarlo me cuesta mucho trabajo y si no quieres que te suelte un rollo, harías mejor en no insistir

- Pues insisto, porque hoy estoy un poco impertinente.Ya sabes que a veces las féminas cambiamos de humor sin saber porqué.

- Vale, tú te lo has ganado, pero los que espían nuestras conversaciones no se merecen que les demos el tostón.

- No te preocupes , que si no les interesa, ‘pasan hoja’ y listo. ¿O te crees que todo el mundo es capaz de aguantar los rollos que nos traemos tú y yo?

- Sé que no, pero a veces me llego a creer que algo nos siguen. Y no perdamos tiempo. Tú lo has querido

- Sí, querido.

- Pues mira, estamos en una sociedad que funciona por ‘resultados’, porque aquí el que manda es don Dinero. Tanto tienes tanto vales; tanto ganas, tanto te respetan; tantos resultados obtienes, tanto cobras... Y así sucesivamente. Aquí el que no ‘produce’ para el Capital, le mandan a la puta calle.

- ¿Y crees que hay que ponerse así para explicarlo? Además no entiendo qué tiene que ver tu trabajo con el sistema de producción.

- Pues mucho. El sistema necesita que ya desde pequeñitos los elementos que van a formar parte de esta rueda conozcan el mecanismo, si no quieren verse donde te he indicado antes, a menos que tenga muchos recursos internos y más cosas para mantenerse al margen. Así que ya en la escuela se les empieza a poner una nota , primero con letras para disimular un poco, luego ya con numeritos muy ‘precisos’: 7’3, 2’5, 6’68, 8, 9,2, 0’74...

- ¿Y a mí qué nota me pondrías?

- Douce , no me hagas reír que éste es un tema muy serio

- Pues en serio te lo pregunto. ¿qué nota merezco yo, señor Profesor?

- Douce, en primer lugar yo no soy tu profesor, ni tú eres mi alumna... En segundo lugar tu no tienes que alcanzar ningún ‘resultado’, tu valor no se puede encerrar en unos numeritos ... De todos modos si te gusta que yo te “encasille” , te diré que te portas de ‘sobresaliente’ siempre, incluso cuando te haces la remolona, te pones perdida en el paseo, te escapas para ir ‘de perritos’. Eres como eres y en ese caso no se ponen notas. ¿Me entiendes?

- Te entiendo. Pero me gusta verte serio y ponerte como te pones , porque entonces sí que me pongo yo la nota, aunque no la necesite.

- Pues sí, a las personas cuando se las quiere no se les pone una nota, porque una nota es como ‘momificar’ algo que está vivo, es quitarle el alma, que es lo que de verdad vale.

- ¿Y esto qué tiene que ver con tus ‘evaluaciones’?

- Mucho Douce, mucho. Los chicos funcionan sobre todo y ante todo por la’NOTA’. Es natural, es lo que principalmente interesa a la mayoría de los padres, es más fácil leer, 4, 7, 8’2, Notable o Sobresaliente , qué averiguar si el chico se esfuerza, cuánto le cuesta, preocuparse por qué fallan, de dónde parte y qué consigue ... Cosas que no se pueden valorar poniendo una simple cifra. Los chicos también empiezan a valorarse únicamente según la nota y lo que es importante que sea buena, porque si no hasta ellos mismos pueden convencerse de que no ‘valen’. Y eso es muy importante. Porque si acaban creyendo que la nota indica lo que ellos ‘valen’, acabarán dando razón a la nota.

- Ahí, me he perdido un poco.

- Te dije que no me preguntaras por estas cosas, porque me enrollaría. Lo que quería decir que la nota puede ser un engaño, tanto para los que sacan 8, como para los que sacan 4. El de 8 podría haber sacado más si hubiera trabajado, y el de 4 a lo mejor ha hecho un mayor esfuerzo y ‘vale’ más que 4, que no deja de ser una cifra que no siempre lo dice todo.

- ¿Quieres que haya que estudiar y no poner notas?

- No, precisamente, tal como está montado este mercado, pero sí enseñar a padres profesores y alumnos que la nota no lo es todo. Y a veces los mismos profesores usamos la nota como nuestra principal arma sabiendo la importancia que todo el mundo le da y podemos utilizarla para dar curso legal, que lo es, a la única defensa que se tiene ante una serie de problemas que deberían tener otra salida y no la tienen.

- ¡Qué complicado!

- Pues sí , lo es, por muchas causas. La mayoría de los padres sólo protestan o hablan con el profesor cuando su hijo ha tenido una mala nota y no se interesan por su comportamiento, si trabaja, si mejora , qué actitud tiene en clase. Es la nota, la nota , la ....nota.

Mira, te voy a contar un anécdota que para mí es significativa. Esta mañana , estábamos preparando un ejercicio que a mí no me gusta ponerle un nombre, pero los alumnos necesitan darle uno. No se le puede llamar un ‘examen’ porque no lo es en realidad; tampoco ‘prueba’, porque también lleva un carácter de valoración externa.. Así que ni examen, ni prueba, ni control puedo emplear porque ellos, instintivamente, lo asimilan a una NOTA.

Me canso explicándoles que lo hago para que ellos mismos se autovaloren y vean en qué fallan. Imposible, tiene que ser alguien ‘externo’ el que los valore.Si les digo, se lo he dicho, que se pongan un ‘nota’ en que no sólo valoren lo que creen que saben, sino su esfuerzo, su atención, su interés...NO SABEN HACERLO. Sólo se fijan en lo que ‘creen que saben’ no en ‘cómo han trabajado’. Para mí, esto es muy importante. Somos elementos del sistema que ‘valora ‘ a las personas en cifras de rendimiento

- Pues chico, me has dejado más perpleja que antes. Si lo sé, no te pregunto nada.

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