¿Héroes o villanos?
SUCEDIÓ EL PASADO MIERCOLES, 6 DE JUNIO.
José Javier Blanco , junto a cuatro internos más que cumplen su condena en la prisión Provincial , la subdirectora de Tratamiento y una asistenta social, habían embarcado en la goleta del Gobierno Regional “ Cantabria Infinita”, para dar un paseo por la bahía como cualquier turista. Es una de las varias actividades de salida que se realizan con presos que ya han cumplido una buena parte de su condena.
La travesía había transcurrido con toda la normalidad y el barco con los pasajeros , después de haber pasado por el Puntal y visto las marismas, dirigía su proa hacia el embarcadero. Entre los pasajeros iba una joven madre con dos hijos de dos y seis años. De repente alguien gritó “niño al agua”. José Javier , no lo dudó un instante, se lanzó al agua, cogió al pequeño con un brazo y le llevó hasta un bote de pescadores que faenaban en la bahía. Luego subieron a la goleta y el recluso entregó el niño a su madre que emocionaba sólo pudo decir:
- “ ¿Cómo puedo pagarle lo que ha hecho”. José Javier le dijo simplemente:
- “ Con ver su cara de felicidad y que el niño está bien me conformo” .
“Javi”, como le conocen en la Provincial, es gallego y trabajó como marinero de arrastre, haciendo de contramaestre en la pesca de bacalao, rape, bonito... antes de entrar en prisión. No sabemos la causa que le ha llevado hasta allí, pero sí sabemos que entre todos los que viajaban en la goleta fue el que se tiró al agua a salvar la vida del muchacho , sin pensar demasiado en la suya, sea cual sea la que haya sido. Somos tan complejos, tan imprevisibles a veces , tan paradójicos, que a veces cohabitan en nosotros, apenas separados por un impulso, el héroe y el villano.
Desconozco los reglamentos que rigen la remisión de condenas. He oído que los hay que se apuntan a cursos que no hacen y les regalan hasta títulos universitarios que redimen bastantes años de pena. No sé si este breve “cursillo de salvamento marítimo” tiene cabida en la ley penitenciaria y servirá a Javi para acortar su estancia en la cárcel.
José Javier Blanco , junto a cuatro internos más que cumplen su condena en la prisión Provincial , la subdirectora de Tratamiento y una asistenta social, habían embarcado en la goleta del Gobierno Regional “ Cantabria Infinita”, para dar un paseo por la bahía como cualquier turista. Es una de las varias actividades de salida que se realizan con presos que ya han cumplido una buena parte de su condena.La travesía había transcurrido con toda la normalidad y el barco con los pasajeros , después de haber pasado por el Puntal y visto las marismas, dirigía su proa hacia el embarcadero. Entre los pasajeros iba una joven madre con dos hijos de dos y seis años. De repente alguien gritó “niño al agua”. José Javier , no lo dudó un instante, se lanzó al agua, cogió al pequeño con un brazo y le llevó hasta un bote de pescadores que faenaban en la bahía. Luego subieron a la goleta y el recluso entregó el niño a su madre que emocionaba sólo pudo decir:
- “ ¿Cómo puedo pagarle lo que ha hecho”. José Javier le dijo simplemente:
- “ Con ver su cara de felicidad y que el niño está bien me conformo” .
“Javi”, como le conocen en la Provincial, es gallego y trabajó como marinero de arrastre, haciendo de contramaestre en la pesca de bacalao, rape, bonito... antes de entrar en prisión. No sabemos la causa que le ha llevado hasta allí, pero sí sabemos que entre todos los que viajaban en la goleta fue el que se tiró al agua a salvar la vida del muchacho , sin pensar demasiado en la suya, sea cual sea la que haya sido. Somos tan complejos, tan imprevisibles a veces , tan paradójicos, que a veces cohabitan en nosotros, apenas separados por un impulso, el héroe y el villano.
Desconozco los reglamentos que rigen la remisión de condenas. He oído que los hay que se apuntan a cursos que no hacen y les regalan hasta títulos universitarios que redimen bastantes años de pena. No sé si este breve “cursillo de salvamento marítimo” tiene cabida en la ley penitenciaria y servirá a Javi para acortar su estancia en la cárcel.
Comentarios