Los bastidores de una derrota
TRAS LOS BASTIDORES: FRANÇOIS HOLLANDE-SÉGOLÈNE ROYAL
El próximo miércoles aparecerá en las librerías francesas “Les coulisses d’une défaite”. La historia de una separación hace tiempo anunciada ,y hasta la noche del domingo no confirmada. Era algo que hasta ahora sólo se había vivido ‘detrás de bastidores’, donde los actores dejan de ser ‘personajes’ de la obra que representan. Tras las bambalinas ocurren las discusiones, las amenazas, las envidias , los celos artísticos, las soledades o los amores secretos. Sobre las tablas del escenario se representa la ‘otra vida’, la que enternece , irrita, exalta, hace reír o llorar al público. Los actores se ponen la careta de ‘personnaje” y lo viven más o menos intensa y creíblemente.
François Hollande y Ségolène Royal, han sabido representar perfectamente sus ‘personajes políticos’. Han sido los perfectos actores , porque , en principio y con razón, no debería confundirse vida privada y actividad política, aunque el público pretenda mezclar ambas cosas por diferentes razones, pero no forzosamente necesarias . El morbo del marujeo, de un poco de bálsamo para las propias decepciones personales, de unir ‘lealtades’ de signo personal y político, no necesariamente convergentes, hacen que este tipo de acontecimientos se conviertan en un manjar exquisito para quienes suelen alimentarse de carroña.
- “J'ai toujours veillé à séparer la vie politique qui doit avoir ses principes, ses règles et ses fondements, de la vie privée qui doit être protégée", ha declarado Mr. Hollande, confirmando los hechos. Y tiene razón. Así debería de ser, pero algunos políticos, ¿o son muchos?, a veces utilizan también los trapos sucios cuando pretenden acabar con sus adversarios. Hay ejemplos recientes. No sé cómo viviríamos por estos pagos ‘asuntos’ de esta índole cuando frecuentemente, por no decir casi siempre, mezclamos churras con merinas y hacemos del hecho político un ‘todo absoluto’, donde no hay lugar para la matización, la separación de niveles, y de elementos que entran en cualquier actuación pública. Por eso solemos ser extremistas, de blanco y negro, de buenos y malos absolutos.
No corren buenos tiempos para Mme. Royal y no me regocija en absoluto su derrota política y sus problemas personales porque creo – es un juicio meramente personal, sin más fundamento que mi percepción personal del personaje –que tiene la suficiente fuerza moral, claridad de criterio, seguridad en sí misma, para luchar por lo que su ambición política reclama y lo que personalmente desee.
Difícil se le presenta lo primero, sacar a su partido de la confusión , la acomodación o el letargo. Su cita tendrá lugar , cuando en el próximo congreso de octubre, ponga sus cartas sobre la mesa para aspirar a la secretaría general de su partido. Las otras cartas son de otra índole y no forman parte de este juego.
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Foto: Ségolène Royal y François Hollande la noche del 22 avril 2007, en Paris, tras los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales.-AFP/Archives - Olivier Laban-Mattéi
El próximo miércoles aparecerá en las librerías francesas “Les coulisses d’une défaite”. La historia de una separación hace tiempo anunciada ,y hasta la noche del domingo no confirmada. Era algo que hasta ahora sólo se había vivido ‘detrás de bastidores’, donde los actores dejan de ser ‘personajes’ de la obra que representan. Tras las bambalinas ocurren las discusiones, las amenazas, las envidias , los celos artísticos, las soledades o los amores secretos. Sobre las tablas del escenario se representa la ‘otra vida’, la que enternece , irrita, exalta, hace reír o llorar al público. Los actores se ponen la careta de ‘personnaje” y lo viven más o menos intensa y creíblemente.François Hollande y Ségolène Royal, han sabido representar perfectamente sus ‘personajes políticos’. Han sido los perfectos actores , porque , en principio y con razón, no debería confundirse vida privada y actividad política, aunque el público pretenda mezclar ambas cosas por diferentes razones, pero no forzosamente necesarias . El morbo del marujeo, de un poco de bálsamo para las propias decepciones personales, de unir ‘lealtades’ de signo personal y político, no necesariamente convergentes, hacen que este tipo de acontecimientos se conviertan en un manjar exquisito para quienes suelen alimentarse de carroña.
- “J'ai toujours veillé à séparer la vie politique qui doit avoir ses principes, ses règles et ses fondements, de la vie privée qui doit être protégée", ha declarado Mr. Hollande, confirmando los hechos. Y tiene razón. Así debería de ser, pero algunos políticos, ¿o son muchos?, a veces utilizan también los trapos sucios cuando pretenden acabar con sus adversarios. Hay ejemplos recientes. No sé cómo viviríamos por estos pagos ‘asuntos’ de esta índole cuando frecuentemente, por no decir casi siempre, mezclamos churras con merinas y hacemos del hecho político un ‘todo absoluto’, donde no hay lugar para la matización, la separación de niveles, y de elementos que entran en cualquier actuación pública. Por eso solemos ser extremistas, de blanco y negro, de buenos y malos absolutos.
No corren buenos tiempos para Mme. Royal y no me regocija en absoluto su derrota política y sus problemas personales porque creo – es un juicio meramente personal, sin más fundamento que mi percepción personal del personaje –que tiene la suficiente fuerza moral, claridad de criterio, seguridad en sí misma, para luchar por lo que su ambición política reclama y lo que personalmente desee.
Difícil se le presenta lo primero, sacar a su partido de la confusión , la acomodación o el letargo. Su cita tendrá lugar , cuando en el próximo congreso de octubre, ponga sus cartas sobre la mesa para aspirar a la secretaría general de su partido. Las otras cartas son de otra índole y no forman parte de este juego.
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Foto: Ségolène Royal y François Hollande la noche del 22 avril 2007, en Paris, tras los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales.-AFP/Archives - Olivier Laban-Mattéi
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