El autobús, para viajar a TUS Anchas

DIFICULTADES DE UN URBANITA

Jaime Viandante ha querido convertirse en D. Jaime Busante y ha comenzado hoy la experiencia. Parece una tontería , pero esta sociedad nuestra es más complicada de lo que parece. Evolucionar desde el homo sapiens o homo ruralis al homo civitatis , o cómo demonios se llame, necesita todo un proceso , o por lo menos un cursillo acelerado con categoría de Master. Total para lo que valen algunos ‘másteres’...

J. Busante ha anotado cuidadosamente todos los pasos que ha tenido que dar para convertirse en un experto usuario del bus a “ TUS Anchas” (TUS), que es como se denomina la empresa de Transportes Urbanos de Santander. He aquí, resumidas, sus anotaciones.

• 1. Adivinar en qué cajón o rincón de la casa puede hallarse su tarjeta de usuario de familia numerosa nº 54.196, que algún día le entregaron y que hace años que no usa.
  
  
• 2. Tratar de averiguar qué ‘saldo’ contiene aún su ‘chip’ monedero
  
  
• 3. Preguntar al conductor del autobús urbano cómo introducirla - la tarjeta - y en cuál de los ‘cajeros’ que le rodean.
  
  
• 4. Por cuál de las ventanitas de dicho cajero puede saber el saldo que tiene la tarjeta.
  
  
• 5. Atender a las indicaciones del autobusero para no tener que darle el coñazo más veces.
  
  
• 6. Localizar un estanco en que pueda recargarla, y una vez hallado, preguntar a la estanquera dónde podría obtener una hoja informativa de las expendurías en que pueda hacer el tal recargo.
  
  
• 7. Señalada por la ‘tabacalera’, con alguna reticencia, la dependencia municipal que podría facilitarle la preciada información dirigirse hacia ella, a la dependencia, se entiende.
  
  
• 8. Después de un pequeño equívoco, llegar por fin al citado local, antiguos “Grandes Almacenes” que no superaron la competencia de carrefures, eroskis y corteingleses. Una vez allí, interrumpir la animada conversación que la agente de policía mantenía con dos amigas que no estaban 'de servicio’
  
  
• 9. Subir a la “ segunda planta y allí pregunte” que le han indicado. Esperar que la encargada de “Información” termine la larguísima explicación que está dando a otro usuario.
  
  
• 10. Acceder, por fin, a la sección nº 5 : “Transportes” y esperar otros minutos a que el funcionario acabe de dar al auditor del otro lado del teléfono sabios consejos de cómo “las chicas son más espabilados que los chicos. Les dan sopas con honda...”
  
  
• 11. Una vez obtenida toda esa utilísima información ha tomado la decisión de frecuentar este medio locomotivo porque ha podido darse cuenta de que está llenos de ventajas. Entre ellas, las siguientes...

• No tener que pensar en qué parking y en qué plaza dejó el coche . Ahorrarse búsquedas, golpes en el coche y los euros del aparcamiento
  
  
• Poder coger el autobús en cualquier parada.
  
  
• Detenerse en cualquier sitio y charlar con el señor que toca estupendamente la guitarra. Preguntarle si es él el que toca “Juegos Prohibidos” y oír.
  -“ ¿Quiere oírla?" Y escuchar el mini-concierto, dedicado a él solito. Todo un regalo.
  
  
• Gozar del democrático perfume sudoral veraniego que inunda en esta época al transporte urbano.
  
  
• Fijarte en los hermosos pies de la señora que se ha sentado en el asiento derecho. Unos pies bellísimos, sensuales, que se dejan ver entre las tiras de sus negros zapatos de verano.
  
  
• Decididamente , a partir de ahora, usará más el TUS para SUS paseos.