El traductor de ladridos

By DOUCE

Esta mañana, a la vuelta del paseo, me encontré a mi papá leyendo una página de Internet y ojeando fotografías. Cómo le vi tan enfrascado en su lectura, le pregunté si se podía saber qué era lo que tanto le intrigaba. Él apartó por un momento la vista de la pantalla del ordenador y me contó que había descubierto un invento fabuloso.Mi papá cuando se entusiasma por algo, ¡se vuelve de un exagerao...! Así que ,intrigada, le pregunté de qué trataba el famoso invento. Me pidió que me sentara y escuchara su hallazgo.

- "Mira, Douce, me dijo, acabo de descubrir un aparato que nos va a ser muy útil a los dos".

Yo enderecé mis orejas expectativamente, como hago siempre que algo me produce sorpresa, y seguí escuchándole.

- "He sabido que existe un aparatito , inventado por un japonés – no podía ser de otro modo – capaz de traducir tus ladridos. De momento sólo tradue al japonés, pero los americanos ya lo han adaptado al inglés, y si es necesario, yo me comprometo a hacer que traduzca tus ladridos al español".

Bajé mis orejas, entre escéptica y algo decepcionada, porque yo pensaba que él entendía lo que yo le digo con mis ladridos, pero le dejé que terminara.

- "El aparatito en cuestión, inventado por el señor Takara, se llama “Bowlingual”. Con los ojos le indiqué - 'Me lo explique, pliss' - y siguió. Mira, es una aparatito pequeño que se coloca en el collar, está provisto de un micrófono y conectado con otro cacharrín que contiene una base de datos con los ladridos y los traduce con unos dibujitos y la traducción correspondiente . De esta manera yo puedo saber si estás está contenta, triste, enfadada, si estás feliz, si te sientes deprimida, impaciente , complaciente ..."

Estuve a punto de interrumpirle para indicarle a este zoquete lo que me apetecía decirle, porque con todas esas explicaciones me estaba decepcionando. Pensaba para mí, qué coño había estado yo haciendo ladrando, supirando, medio aullando, durante 8 años. Sentí ganas de ladrarle de manera que supiera cómo es un ladrido ‘decepcionante’, pero me callé y seguí escuchándole. Él siguió con su discurso.

- "De esta forma cuando tú ladraras , yo vería en la pantalla de mi ‘Bowlingual’ un gesto y la traducción: 'Venga, date prisa, que tengo ganas de salir porque ya no aguanto más el pis. Llevo más de 12 horas sin salir de casa'. Yo seguía callada. Con el ‘bow’ entendería perfectamente esos ladridos que pegas cuando pasa alguna persona que no te gusta. Vería en la pantalla del aparatito tu gesto enfadado y la traducción: “ C.... azo, te pareces a aquel señor con bastón que me dejó abandonada en la perrera. Como baje ya verás el mordisco que te pego en sendas partes...”

No aguanté más y lancé un ladrido lastimero. “ ¿Qué te pasa ?, me preguntó, parece que no te gusta mucho este invento. Además sólo cuesta 100 $, menos de 100 €uros... me gustaría tener un ‘bowlingual’ de ésos...” No le dije terminar.

- Mira, guapito, te lo voy a traducir directamente, sin que tengas que comprarte ese invento chino, japonés o lo que sea. Este ladrido-aullido significa exactamente que si tras ocho años de convivencia no has sabido entender lo que te decía con mis distintas formas de ladrar, con el movimiento de mi rabo, con las posturas de mis orejas, con las miradas de mis ojos, con mis revolcones, con mis saltos , con mis posturas y mil lenguajes más, es que eres un perfecto ZOQUETE. Esto es lo que te estaba diciendo , sin necesidad de collares, micrófonos, bases de datos , pantallitas y monigotes: “ Si para entender el lenguaje de mis ladridos, necesitas tirar 80, 90, 100 euros o los que sean. Si eres tan papanatas que el primer ‘juguetito’ te encandila, he de decirte , querido, que me decepcionas. Pensaba que me entendías mejor.”

Se puso muy triste. No sabía cómo explicarme lo que en realidad quería haberme dicho: que le había parecido que me gustaría y se disculpó. "Lo siento, cariño, ya sabes que a veces me ilusiono como los niños con cualquier juguete, me ilusioné pensando que un invento de ésos pudiera interpretar tus sentimientos mejor de lo que ya lo hago, Sé que tú con tu lenguaje y yo con el mío, con el simple tono de mi voz me entiendes todo lo que quiero transmitirte, aunque a veces, te hagas la despistada y sigas a tu bola...

Nos entendimos perfectamente, yo puse las patas encima de sus rodillas y con una de ellas, sin chisme ninguno, le pedí que me acariciara.

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