¡VaKAKAciones!

Pues sí, ya se ha puesto en marcha la estampida vacacional. Ya están en las pantallas las playas más o menos 'abarrotás', pechos al sol o a la sombrilla. Siguen en pié algunos chiringuitos, sabrosos testigos de una batalla 'ecológica' que se perdió hace ya muchos años y ahí están en pie, erectos, desafiantes, monstruosos los 'rascacielos', a ras de playa, que amenazan los cielos mediterráneos. A buenas horas mangas verdes, nunca mejor dicho.

Ya se ha puesto en marcha la caravana de la huída de las grandes ciudades, camino del mar o de la montaña. Ya cuentan los millones de desplazados y los menos millones que ocupan los hoteles. Se ha producido la desbandada. Olvidemos, al menos una semana, o la quincena según andan las cosas para algunos, el agobio del trabajo, de la rutina y soñemos langostinos, cañas y barbacoas.

¡Qué cercano está el 'paraíso' de los 'amarrados al duro banco/ de la rutina dantesca /ambas manos al volante/ y ambos ojos en la tierra' prometida del descanso! Y que D. Luis de Góngora nos perdone por entrar en su galera turquesca. Pero es que los 'esclavos' de hogaño sí podrían lamentarse de forma semejante al forzado de Dragut:

¡Pues he vivido diez años
sin libertad y sin ella,
siempre al remo condenado
a nadie matarán penas!"

El verano huele a un trocito de libertad. Ya llueve el maná del cielo y se hace carne viva en Kakás, Cristianos y Benzemas. Se apagarán las voces que gritaron: ‘crisis’, se pondrá sordina a los follones, veremos bustos bronceados, resucitarán los amores de verano. No habrá envidias entre Mallorca y Marbella. Surcarán los mares los ‘Bribones’, los ‘Poceros’ y rodará el Champagne en las noches profundas del Mediterráneo.

¡Estamos de VaKAKAciones!