Los franceses y el turismo

LES FRANÇAIS "PIRES TOURISTES AU MONDE". (LE FIGARO)

Acaban de invitarme a leer un artículo del periódico francés "Le Figaro" del miércoles pasado, día 8 de julio. El título de la noticia dice así: " Los franceses, los peores turistas del mundo". No es que la noticia me alegre o me consuele, pero sí me llama la atención que un medio de comunicación francés anteponga la información a su conocido chauvinismo. No hago demasiado caso a los estereotipos y las simplificaciones .Las generalizaciones son fáciles de crear y difundir, aunque siempre pueda haber una parte de verdad. El Náufrago prefiere experimentarlo personalmente y después dar su propia opinión, fruto de la experiencia. Conoce a bastantes franceses y puede decir que tiene excelentes amigos y fieles y ha conocido también otros más desagradables.

Pero volvamos a esos 'estudios' que de vez en cuando hacen universidades o empresas del ramo. Esta vez el test se hizo entre el grupo de hosteleros de países turísticos y la empresa encargada se llama "TNS infratest" para el grupo hostelero Expedia. En dicha encuesta los turistas franceses figuran en primer lugar como los más refractarios a utilizar una lengua que no sea la suya y aparecen como los más protestones y roñosos. En este aspecto, japoneses e ingleses se revelan como los más agradables. A su favor y a pesar de creer que todo el mundo debería conocer su lengua, aparecen en el ranking como los más discretos. Algo es algo.

La cosa no termina aquí, y por supuesto algo nos toca a nosotros. Después de los franceses, los europeos del sur, españoles y griegos somos los menos deseados. Saque cada cual las consecuencias que quiera. Sin embargo, los hijos del país del Sol naciente ocupan por tercer año consecutivo, el primer lugar como los más discretos, los más educados y diplomáticos. Ingleses y canadienses ocupan el segundo y el tercer lugar de los buenos modales. Los alemanes descienden un puesto pero el grupo hostelera les felicita por su educación, su higiene y su calma.

Estos son los datos de la encuesta. Por supuesto no se trata de ningún dogma en el que haya que creer, pero no dejan ser unos datos que nos inviten a pensar cómo nos comportamos cuando cruzamos las fronteras.

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