Memorias de Douce (2ª parte)

CUANDO LLEGUÉ A ESTA CASA (viene de ...)

…”Pero con esta digresión –como notarán soy una perrita que tiene sus letras – me había alejado de decirles cómo fue el recibimiento en mi nuevo hogar. Mi segundo padre, el “francés” para entendernos, bajó al jardín, me observó de arriba a abajo, de delante hasta atrás y de lado a lado. Yo miraba la expresión de sus ojos y la verdad es que me sentí un poco asustada y un escalofrío interior recorrió todo mi cuerpo. Me veía de nuevo en aquella perrera, estaba segura de que si volvía allí, me dejaría morir de pena...Después de este minucioso examen en el jardín, subimos a la casa. Yo temblaba por dentro. Asistía muerta de miedo a la discusión entre mi segundo padre y los chicos.

-“¿Por qué habéis traído este perro sin consultarnos?” (Me dolió que me llamara “perro” en aquel tono enfadado, en todo caso debería haberme llamado “perrita”. Señor, hasta para con los perros hay eso que los cursis llaman “violencia de género”)

-“¿Quién se va a ocupar, de sacarla a pasear, a comprarle la comida, a llevarla al veterinario?” Los chicos se vieron también sorprendidos, no sabían qué responder, balbuceaban algo así como 'nosotros nos ocuparemos...'

- “¿Y dónde se va a quedar cuando tengamos que salir de viaje? ¿Eh, dónde?

La discusión subía de tono, yo, para sentirme protegida, me subía a las piernas de mi “dueño”. Tenía tanto miedo oyéndoles gritar que me hice pis en una alfombra. Mi segunda madre, me dio algo de comer y me serené un poquito. Así quedó la cosa, los chicos me sacaron de casa y me llevaron al veterinario. Me desparasitó por completo y dijo que nunca había visto tanta pulga junta en un cuerpo tan pequeño.

Al volver a casa los ánimos estaban ya algo más calmados. Seguían las frases de rechazo pero eran más suaves. Los chicos y yo seguíamos perplejos la evolución de los acontecimientos, pero sus caricias me tranquilizaron un poco. “Ya verás, es sólo la primera reacción, en poco tiempo se le habrá pasado y podrás quedarte en casa. No tengas miedo» Así pasé la noche, dormida junto a mi “amo”. Con el miedo aún en el cuerpo pero más tranquila.

Comentarios

lola ha dicho que…
Douce, pero ahora ya no puedes quejarte de tu papá ¿verdad?
Qué agradecidos son los animales. La gata que recogimos también en un estado lamentable, todavía cuando la miro, creo que me da las gracias.
La crueldad humana no tiene límites, pero es verdad que también existen personas con un gran corazón y sensibilidad.
Carantoñas y besitos para Douce.
María ha dicho que…
¡¡Buenos días sirena Lola, Julio y Douce!!!

Pero..¡¡¡bueno!!!
Esto es un sin vivir, todavía en la casa de los niños, y todavía decidiendo que va a ser de tú futuro...

¡¡¡¡xD!!!! ¡¡¡¡¡¡Julio!!!!! ¿Dónde andas?....

¡¡¡¡ Ve corriendo y tráela de una vez a casa!!!!

¡¡¡¡ Cuánto sufrimiento innecesario!!!!....ja,ja,ja.

Mil besos.
Douce ha dicho que…
Hola, Lola

Por supuesto que no sólo no me quejo de mi papá, sino que mutuamente damos mil gracias por este encuentro. No sé cuál, de los dos quiere más al otro.Tampoco necesitamos medirlo.

Es un amor sin exigencia por ninguna de las dos partes.Los perritos somos fieles por naturaleza y sólo necesitamos un poquito de cariño. Las demás necesidades son muy pocas.

Hay gente que puede pensar que estamos un poco locos, pero nos da igual.Me viene a la cabeza la canción del "Rapael":-)

"Dicen que somos dos locos de amor/
que vivimos de espaldas al mundo real..."

Que piensen lo que quieran, dos da lo mismo.

Carantoñas para tu gatita.

Besos
Julio ha dicho que…
Hola, María

Esta isla quiere ser una isla de Libertad, con mayúscula. La gente que quiere, ya ves que no es mucha, puede venir, irse por una temporada... Y si de nuevo vuelve por que le apetece, sabe que está en su casa.

No hay cosa que aprecie más un Náufrago que sentirse libre de cualquier atadura.

María , sigo por aquí, a veces un poco más atareado y entonces dejo a Douce que cuente sus 'batallas'. A ella también le gusta hablar de su vida que transcurre muy feliz y nosotros con ella.

Tú, que tienes perros, sabes cuánto podemos llegar a quererlos.
Además el Náufrago es un sentimental incorregible.

Besos para ti
Julio ha dicho que…
Hola de nuevo , María

Creo no había leido bien tu comentario anterior. (Tu seguías la historia de Douce y yo no me había dado cuenta de que reclamabas la vuelta a casa de Douce)

Douce durmió aquel día en casa. Y ya al siguiente día comprendí que era el mejor regalo que habíamos recibido en mucho tiempo. A partir de ese momento, fui yo el que me hice cargo de ella. Conozco muy bien los 'caprichos' de los niños y jóvenes, que piensan que un animal es un juguete.

Y no me arrepiento de haberla aceptado.

(Si quieres seguir más capítulos de sus memorias , puedes pinchar en esta dirección. Sabrás muchas más cosas de ella)

http://www.telefonica.net/web2/coinjulio/douce.pdf

Perdona, pero no había respondido de verdad a tu pregunta.

Besos.

Entradas populares