¡Ándele, mis cuates!

VIAJES Y SUEÑOS

A veces podemos 'viajar' sin movernos del salón de casa. Me dirán que sí, que vale, que no deja de ser un consuelo de tontos, de escasos de dineros o por otras causas. Concedamos que tienen esa parte de razón, pero permitan que el Náufrago se quede con su parte de razón, que no es un mero consuelo. Si digo que 'viajo' sin moverme del sitio es que es cierto.

Llegado el verano mis amigos se dispersan. A veces en gran grupo, otras, no hay nada establecido, se disgregan. No son viajeros de sombrilla, toalla y chiringuito. Suelen cruzar el océano, o por lo menos el Mediterráneo.

Decía que el Náufrago viaja desde el sofá porque de vez en cuando los viajeros-pulgarcito van dejando huellas de su paso. Entonces el Náufrago, pide a don Google que le abra el mapa y va reconociendo ciudades, países, sus costumbres, su clima, sus museos, sus monumentos, y las peripecias de los viajeros. De esta manera, el mapa 'vive', aparecen las ciudades con sus avenidas, sus iglesias, sus museos. El país, los países que van visitando, no son ya un mero nombre, cobran una vida propia. Es cuando el Náufrago 'viaja'.

Y es que cada vez que recibe un mensaje, siente una sensación especial. Agradece que alguien, después de haber pasado el día trotando de un lugar a otro, haya reservado una parte de su tiempo para ponerse delante de un ordenador y hable de tequilas, de mayas, aztecas, de pulpe, de coronitas o de cuates. Gracias, viajeros, si por casualidad leyereis este viaje de sueño.

¡Ándele, mis cuates! (Lo de 'hijosdelagranchingada', me lo callo:-).