De rebajas,cuestas y montañas
De repente, esta mañana, el Náufrago ha arrancado la hoja del calendario que aún señalaba el 13 de enero, Domingo del Bautismo del Señor y aparece el 14, lunes: Sol : 8’37 a 18’11 Ss. Félix, prebítero; Fulgencio, Eufrasio, Dacio, Sabas: obispos; Malaquías, profeta . Macrina, Prisciliano, Engelmaro, Benedicto, mártires…. Leo la frase del día : “Los micrófonos son anzuelos que ponen los periodistas para que piquen los habladores” (V.M Arbeloa) y me quedo sin palabras.
14 de enero ya. Echo la vista atrás y pienso en todo este meneo en el que nos metieron allá cuando en octubre el Corte Inglés decretó que ya era Navidad. Luego, como en una carrera de relevos, a ver quién compra más, quién consume más moderno. Vino el trasiego de acueducto de la inmaculada Constitución y los niños de san Ildefonso cantaron aquello de “¡tantos millones de eurooooos!!”.Y llegaron las comidas de empresa, y los langostinos, las angulas, los cavas y el conejo. Bueno, lo del conejo no estoy seguro. Tras ellas, las cenas de amor navideño, y el Señor de la barriga colorada colándose por chimeneas que no existen. Después llegaron las vacaciones en la nieve o en Egipto para despedir al año viejo (¡pobre año, tan joven y ya viejo!) Sonaron las campanadas y venga a darle a las uvas y a los cohetes. ¡Qué seríamos sin el ruido, los bailes y los matasuegras! (a propósito , ¿siguen existiendo esos rollitos que se estiran y se encogen y hacen ¡¡puagggg!!? )
Creíamos que ya terminábamos esa locura y nos dimos cuenta que aún faltaban los roscones, las colonias, las corbatas, los bolsos, las nintendo… Y antes de descambiar el reloj de la cocina ya estaban allí Paco con las rebajas… que siguen coleando.
Pero ya es 14 de enero. El Náufrago que ha vivido tan ‘intensamente’ estos fiestrorros, que se ha fumado la ‘Paga’ y hasta la hijuela, se ha puesto a mirar como un ciclista que ataca la Montaña. Ya ve el ‘Aubisque’, de Enero, el ‘Tourmalet’ de Febrero, el ‘Alpe d’Huez’ de marzo, por nombrar sólo algunos ‘cols’ y no citar el ‘Hipoteca de la Casa’, el ‘Letra del coche’, el ‘Plazo de la Tele’ y otros puertos… Ya antes de abordar el primer puerto, ha empezado a sentir la ‘pájara’. Ha pedido inmediatamente la nandrolona o en su defecto una transfusión de euros,¡ pero ya! Si no quieren que le recoja el coche escoba.
Mira alrededor y todo es desolación, garbanzos y tortilla. Menos mal que abre el periódico y una dosis de optimismo patológico le abre el horizonte. Habla el señor presidente del Gobierno y le eleva la moral: “ nuestro objetivo es superar a Francia en renta per cápita”. ¿Se imaginan la inyección moral que eso supone? Superar a los franceses en su propio Tour, ganar la Champions League económica . Le asalta una leve duda… Y si su ‘cápita’ es pequeña, o sea un meloncín de nada, ¿le tocarán algo, que no sea lo de siempre?
Pero el Náufrago cree cada vez más a su Guía y Luz , sobre todo después de que ha confesado a Sarko que “le gusta mucho como canta Carla Bruni”. (El Náufrago tendrá que volver a escuchar a la Bruni, a ver si tanta guitarra no le aburre ). El Náufrago no ha leído el tocho de entrevista que le ha endilgado el Pedrojota, más que nada, porque hace tiempo que cree a pies juntillas en lo que su dilecto presidente dice, piensa o sueña. Eso ha hecho que ya no le arredren las cuestas, ni las cumbres. Ni siquiera le arredran los mítines, las encuestas, las declaraciones, o el aluvión de promesas que nos esperan.
¡Viva el 14 de enero!
14 de enero ya. Echo la vista atrás y pienso en todo este meneo en el que nos metieron allá cuando en octubre el Corte Inglés decretó que ya era Navidad. Luego, como en una carrera de relevos, a ver quién compra más, quién consume más moderno. Vino el trasiego de acueducto de la inmaculada Constitución y los niños de san Ildefonso cantaron aquello de “¡tantos millones de eurooooos!!”.Y llegaron las comidas de empresa, y los langostinos, las angulas, los cavas y el conejo. Bueno, lo del conejo no estoy seguro. Tras ellas, las cenas de amor navideño, y el Señor de la barriga colorada colándose por chimeneas que no existen. Después llegaron las vacaciones en la nieve o en Egipto para despedir al año viejo (¡pobre año, tan joven y ya viejo!) Sonaron las campanadas y venga a darle a las uvas y a los cohetes. ¡Qué seríamos sin el ruido, los bailes y los matasuegras! (a propósito , ¿siguen existiendo esos rollitos que se estiran y se encogen y hacen ¡¡puagggg!!? )
Creíamos que ya terminábamos esa locura y nos dimos cuenta que aún faltaban los roscones, las colonias, las corbatas, los bolsos, las nintendo… Y antes de descambiar el reloj de la cocina ya estaban allí Paco con las rebajas… que siguen coleando.
Pero ya es 14 de enero. El Náufrago que ha vivido tan ‘intensamente’ estos fiestrorros, que se ha fumado la ‘Paga’ y hasta la hijuela, se ha puesto a mirar como un ciclista que ataca la Montaña. Ya ve el ‘Aubisque’, de Enero, el ‘Tourmalet’ de Febrero, el ‘Alpe d’Huez’ de marzo, por nombrar sólo algunos ‘cols’ y no citar el ‘Hipoteca de la Casa’, el ‘Letra del coche’, el ‘Plazo de la Tele’ y otros puertos… Ya antes de abordar el primer puerto, ha empezado a sentir la ‘pájara’. Ha pedido inmediatamente la nandrolona o en su defecto una transfusión de euros,¡ pero ya! Si no quieren que le recoja el coche escoba.
Mira alrededor y todo es desolación, garbanzos y tortilla. Menos mal que abre el periódico y una dosis de optimismo patológico le abre el horizonte. Habla el señor presidente del Gobierno y le eleva la moral: “ nuestro objetivo es superar a Francia en renta per cápita”. ¿Se imaginan la inyección moral que eso supone? Superar a los franceses en su propio Tour, ganar la Champions League económica . Le asalta una leve duda… Y si su ‘cápita’ es pequeña, o sea un meloncín de nada, ¿le tocarán algo, que no sea lo de siempre?
Pero el Náufrago cree cada vez más a su Guía y Luz , sobre todo después de que ha confesado a Sarko que “le gusta mucho como canta Carla Bruni”. (El Náufrago tendrá que volver a escuchar a la Bruni, a ver si tanta guitarra no le aburre ). El Náufrago no ha leído el tocho de entrevista que le ha endilgado el Pedrojota, más que nada, porque hace tiempo que cree a pies juntillas en lo que su dilecto presidente dice, piensa o sueña. Eso ha hecho que ya no le arredren las cuestas, ni las cumbres. Ni siquiera le arredran los mítines, las encuestas, las declaraciones, o el aluvión de promesas que nos esperan.
¡Viva el 14 de enero!
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