Desahogo

SUEÑOS

¡Oh, si el Náufrago fuera tan rico, tan libre, tan audaz, para poder volar muy lejos…!
Olvidarse, por unos momentos, por unos meses, o por lo que le quede de vida
De este país que emborrona con nombres las portadas de los periódicos
De estas gentes que adornan con palabras hueras el pensamiento más inane,
Que nada dice, que envuelve las verdades bajo el más vano de los velos

Desaparecer, al menos por unos meses, ir a un lugar donde no se oyera ni una onda,
Ni llegaran esos papeles con nombres que venden sonrisas de humo…
Ni sentir la fiera agazapada calculando cuándo y dónde conviene dar su dentellada…
Abrir un hueco en este tiempo hecho de dinero, mentiras y ambiciones
Y perderse en la mirada de un perro que escruta y espera
O en la bravura de un mar que brinca y luego se aquieta
O en la apacibilidad de un campo de inmensas encinas donde señorean ovejas y vacas

No oír, no ver, no pronunciar palabras necias
Oír tan sólo la frescura de la mañana, ver la ternura de los ojos que siguen esperando el calor de otra mirada
Hablar a solas con el silencio, de las más íntimas verdades.

Por favor, si alguno supiere dónde se halla ese lugar, si es que lo hubiere,
Dígaselo al Náufrago, antes de que los idus de marzo le derroten.