En diez años, todos bilingües
Que no hay ningún periódico ‘independiente’, ni siquiera ‘de la mañana’, es algo que cualquier ciudadano, medianamente letrado y hasta iletrado, sabe. Sin embargo, cada cual compra, los que seguimos comprándolos, aquel que halaga sus oídos, le baila el agua o alienta sus propios prejuicios o incluso, criterios. Hasta ahí, vale. Es condición humana que cada oveja paste con su rebaño. Bueno, esto es más propio de las ovejas, pero los humanos cada vez nos comportamos más gregariamente y hay pocos, muy pocos, que vayan por libre, sin acogerse a algún aprisco. ¡Cuesta tanto ser un lobo solitario!
Se preguntarán, o más bien les importará un pito, a qué viene este introito que se ha sacado el Náufrago de la manga. Pues sucede, que esta mañana, frente al mar, cual corresponde a su condición ‘a-islada’, cogió el periódico y leyó un titular con muchos cíceros que rezaba: “Rajoy promete que en 10 años los escolares serán bilingües en inglés” ¡Toma castaña! No dice el titular a qué escolares se refiere, pero el cómplice lector leerá: los “escolares españoles”, los que queden.
El Náufrago dio un respingo y se acordó de Prometeo, por no decir de la madre que parió a los políticos. Lo de Prometeo, no lo dice por la condena de Zeus, sino porque todos están a ver quien ‘promete’ más. Como si en esta carrera desenfrenada de promesas, ya nadie quiera quedarse atrás, al grito de ‘maricón el último’. La desvergüenza con la que se acogen todos ellos a esos brindis al sol, a sabiendas de que nadie se los cree, y por ello, nadie les va a pedir cuenta de lo que un día proclamaron y no cumplieron, alcanza ya cimas que algunos ingenuos pensábamos que una mínima decencia, impediría a algunos escalar.
Pero ya todos se han apuntado a esta solemne tomadura de pelo. No les importa nada, en la creencia, que hasta puede ser verdad, que siempre habrá algunos files/tontos que acabarán creyéndoselo. "Promete, exagera, miente, insulta, desacredita, vende eslóganes, que algo queda en esta sociedad sin tiempo ni ganas de pensar un poco".
Y volviendo a la promesa “rajoyana” y a quien haya diseñado su ‘idílica’ promesa educativa. No sabe este Náufrago si esos señores que fabrican los programas, educativos en este caso, hayan pisado alguna vez una aula, o si la pisaron fue hace ya muchos, muchos años, antes de que se subieran al ‘prometeico’ carro. Lamenta el Náufrago, o por mejor decir no lo lamenta nada, el no poder asistir a esos diez años en que esos escolares ‘españoles’(?) sean dueños del idioma del ‘Imperio’ y del suyo propio.
¿Seguirá habiendo dos o tres horas para los idiomas? ¿Seguirán las clases con más de veinte alumnos a quien enseñar el idioma? ¿Han calculado a cuánto tiempo de ‘habla o práctica real del idioma’ corresponde a cada alumno, multiplicando 3 horas por 120 días , tirando alto, por 50 minutos, de los cuales la mayoría son utilizados por el profesor…? Eso suponiendo un clase ideal con un excelente profesor, una clase donde no haya un porcentaje del 30% de repetidores o alumnos de ‘cuerpo presente’, esperando agotar su cupo de estancia obligatoria en las aulas, tratando de joder la marrana , con la correspondiente pérdida de tiempo para ‘practicar el idioma’, interés en aprender, y otras menudencias. Bajas del profesor, viajes a la nieve, excursiones, acontecimientos varios, imprevistos…
Pregunten a los expertos, no políticos, cuántas horas se necesitan , en situación escolar, para aprender un idioma, qué condiciones deben darse tanto por parte de los alumnos como de los profesores que imparten la clase, para que el rendimiento sea efectivo… y sólo después prometan y no hagan demagogia.
Coda: En el mismo periódico, la excelentísima Ministra de Educación, señora Cabrera, ‘aboga por que la etérea ‘Alianza de Civilizaciones’ engrose el ya poco surtido currículo escolar. Y es que la escuela debe ser el cajón de sastre donde quepan todas las ‘ocurrencias’ que los ministros tienen en una noche loca. Y por qué no dar cabida también a tanta asignatura todavía pendiente: “ La Cultura de la fruta”, la ‘Educación vial y su repercusión en el sistema nervioso’, ‘El mobiliario humano y su incidencia en las embarazadas’, ‘El canon digital y su influencia en el cambio climático’, “Iniciación a las lenguas indígenas del Amazonas’…
Se preguntarán, o más bien les importará un pito, a qué viene este introito que se ha sacado el Náufrago de la manga. Pues sucede, que esta mañana, frente al mar, cual corresponde a su condición ‘a-islada’, cogió el periódico y leyó un titular con muchos cíceros que rezaba: “Rajoy promete que en 10 años los escolares serán bilingües en inglés” ¡Toma castaña! No dice el titular a qué escolares se refiere, pero el cómplice lector leerá: los “escolares españoles”, los que queden.
El Náufrago dio un respingo y se acordó de Prometeo, por no decir de la madre que parió a los políticos. Lo de Prometeo, no lo dice por la condena de Zeus, sino porque todos están a ver quien ‘promete’ más. Como si en esta carrera desenfrenada de promesas, ya nadie quiera quedarse atrás, al grito de ‘maricón el último’. La desvergüenza con la que se acogen todos ellos a esos brindis al sol, a sabiendas de que nadie se los cree, y por ello, nadie les va a pedir cuenta de lo que un día proclamaron y no cumplieron, alcanza ya cimas que algunos ingenuos pensábamos que una mínima decencia, impediría a algunos escalar.
Pero ya todos se han apuntado a esta solemne tomadura de pelo. No les importa nada, en la creencia, que hasta puede ser verdad, que siempre habrá algunos files/tontos que acabarán creyéndoselo. "Promete, exagera, miente, insulta, desacredita, vende eslóganes, que algo queda en esta sociedad sin tiempo ni ganas de pensar un poco".
Y volviendo a la promesa “rajoyana” y a quien haya diseñado su ‘idílica’ promesa educativa. No sabe este Náufrago si esos señores que fabrican los programas, educativos en este caso, hayan pisado alguna vez una aula, o si la pisaron fue hace ya muchos, muchos años, antes de que se subieran al ‘prometeico’ carro. Lamenta el Náufrago, o por mejor decir no lo lamenta nada, el no poder asistir a esos diez años en que esos escolares ‘españoles’(?) sean dueños del idioma del ‘Imperio’ y del suyo propio.
¿Seguirá habiendo dos o tres horas para los idiomas? ¿Seguirán las clases con más de veinte alumnos a quien enseñar el idioma? ¿Han calculado a cuánto tiempo de ‘habla o práctica real del idioma’ corresponde a cada alumno, multiplicando 3 horas por 120 días , tirando alto, por 50 minutos, de los cuales la mayoría son utilizados por el profesor…? Eso suponiendo un clase ideal con un excelente profesor, una clase donde no haya un porcentaje del 30% de repetidores o alumnos de ‘cuerpo presente’, esperando agotar su cupo de estancia obligatoria en las aulas, tratando de joder la marrana , con la correspondiente pérdida de tiempo para ‘practicar el idioma’, interés en aprender, y otras menudencias. Bajas del profesor, viajes a la nieve, excursiones, acontecimientos varios, imprevistos…
Pregunten a los expertos, no políticos, cuántas horas se necesitan , en situación escolar, para aprender un idioma, qué condiciones deben darse tanto por parte de los alumnos como de los profesores que imparten la clase, para que el rendimiento sea efectivo… y sólo después prometan y no hagan demagogia.
Coda: En el mismo periódico, la excelentísima Ministra de Educación, señora Cabrera, ‘aboga por que la etérea ‘Alianza de Civilizaciones’ engrose el ya poco surtido currículo escolar. Y es que la escuela debe ser el cajón de sastre donde quepan todas las ‘ocurrencias’ que los ministros tienen en una noche loca. Y por qué no dar cabida también a tanta asignatura todavía pendiente: “ La Cultura de la fruta”, la ‘Educación vial y su repercusión en el sistema nervioso’, ‘El mobiliario humano y su incidencia en las embarazadas’, ‘El canon digital y su influencia en el cambio climático’, “Iniciación a las lenguas indígenas del Amazonas’…
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