¿Dónde está el sitio de las cosas?
GOBIERNO Y OBISPOS, O LA GRESCA INTERMINABLE
Como comprenderán a estas horas de la noche las mentes están más para irse a la cama que para tratar de encontrar "cuál es el sitio de las cosas". Una vez más, este país de opiniones radicales, de trincheras y parapetos, se lanza los respectivos dardos, sin acercarse seriamente para tratar de entenderse, en la medida de lo posible.
Empezaron los obispos con sus no sé sabe si mítines u homilías. Les ha faltado tiempo a los de enfrente para arroparse con el manto de la Constitución (se lo ponen cuando quieren y como quieren, y cuando les apetece hacen de esa capa un sayo) para "tratar de poner las cosas en su sitio". Como cada cual tiene un sitio distinto para 'sus' cosas, la cosa se convierte en el diálogo de besugos que llevamos oyendo varios años.
Así que como el Náufrago no siente ya ganas de reconciliar lo irreconciliable, de quebrarse la cabeza para ver quién dice menos mentiras, porque 'verdades a medias' las dicen ambos, ahí les deja una muestra de cómo no se debe 'dialogar', porque cada cual se atrinchera en su garito. Y que con su pan se lo coman.
Léanlo si quieren, que ya sé que no es el Marca , ni 10 Minutos
Como comprenderán a estas horas de la noche las mentes están más para irse a la cama que para tratar de encontrar "cuál es el sitio de las cosas". Una vez más, este país de opiniones radicales, de trincheras y parapetos, se lanza los respectivos dardos, sin acercarse seriamente para tratar de entenderse, en la medida de lo posible.
Empezaron los obispos con sus no sé sabe si mítines u homilías. Les ha faltado tiempo a los de enfrente para arroparse con el manto de la Constitución (se lo ponen cuando quieren y como quieren, y cuando les apetece hacen de esa capa un sayo) para "tratar de poner las cosas en su sitio". Como cada cual tiene un sitio distinto para 'sus' cosas, la cosa se convierte en el diálogo de besugos que llevamos oyendo varios años.
Así que como el Náufrago no siente ya ganas de reconciliar lo irreconciliable, de quebrarse la cabeza para ver quién dice menos mentiras, porque 'verdades a medias' las dicen ambos, ahí les deja una muestra de cómo no se debe 'dialogar', porque cada cual se atrinchera en su garito. Y que con su pan se lo coman.
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