El por qué de las cosas

No se sabe si el que sacó esta foto sabrá expresar 'por qué ' lo hizo, junto a otras similares. Démosle tiempo para que él se aclare. Si es que puede...

¡Y decir que yo conviva con alguien que no sabe explicar el porqué de lo que hace...! Esperaré a ver por dónde sale... Si ustedes lo imaginan, les agradecería que me explicaran cómo funcionan los humanos. Nosotros, los perros, no los entendemos siempre, pero seguimos a su lado. DOUCE

Danzando en el escaparate: la atracción de la Luz. DOUCE

- Pues mira, Douce, como dice la gente importante: “Agradezco que me haga esta pregunta”. La tuya no es una pregunta directa, es más bien ‘indirecta’, una introducción que me permite entrar directamente en el asunto, aunque no te aclare nada.

Cuando saqué está foto, acababa de fotografiar a un mendigo, sentado en la misma acera. Pasé por delante de una joyería y me llamó la atención el escaparate que tenía algo de particular, daba la impresión de que el comercio tenía su importancia. ¿Fue la originalidad de mostrar sus joyas? ¿El cilindro de vidrio o metacrilato que las rodeaba? ¿Fue la luz que iluminaba las piezas en contraste con el fondo del establecimiento? ¿La mezcla de reflejos entre lo que veía y lo que el escaparate devolvía? No sabe lo que  le impulsó, de repente, a cambiar de asunto en un minuto y dirigir el objetivo de la miseria a la supuesta riqueza. Fue cuestión de segundos. No puedo explicarte por qué, cosas o situaciones tan distintas, llaman la atención de la mirada. Quizá por eso se va haciendo necesario en él, cuando va de ‘safari’ callejero, llevar consigo la cámara. Poder detener esos instantes, aunque técnicamente tengan todas las deficiencias del mundo es una manera de poder revivir sensaciones.

Como ves, no te he explicado muy bien, por qué traté de obtener esas imágenes. Y no me preguntes más, porque tus ‘preguntas’ me ponen casi siempre en un aprieto y no es fácil responderte.