Información / inflación 'informativa'
LA 'DIFERENCIA'
El Náufrago tenía ante sí esta mañana, unas 600 páginas de lectura periodística. Tres periódicos, dos de regalo y uno comprado. Encartes, suplementos, complementos, ‘especiales económicos, sociales, deportivos’, se desplegaban y le producían una pequeña ansiedad, de tanta ‘información’. Estamos ‘súper informados’ y no tenemos capacidad, ni tiempo, ni necesidad, de esta inflación informativa. La ‘híper información’ es la mejor manera de armarse un hermoso cacao mental. Si atendiera a todo, tendría que estar ‘informado’ de la Diada, de los rumores sobre Letizia, la derrota del Barça, la pole de Alonso, el coste del paro, las cataratas de Pepiño, el narcisismo de Chávez, los bautizos Borbón-Dampierre, las primarias madrileñas, los pastores quemadores del Corán, la 'estratergia' en la guerra de Afganistán, la odisea del Dinosaurio ‘Pepito’, el camelo del ‘himen’, la adicción al sexo… y se salta todos los suplementos salmón, porque no entiende ni papa.
De momento, antes de salir a darse un paseo matutino, en un domingote gris septembrino y tomar algunas fotos, se detuvo en un artículo titulado: “Esos pelos, esas camisetas”. Titular que ‘despista’ un poco pero que analizaba el estado de la cuestión del ‘furor’ independista catalán y la versión de la Diada 2010. Lo leyó, tomó algunas notas, pero sobre todo el Náufrago hizo su propia reflexión sobre esta ‘necesidad independentista’ que aviva nuestra vida comunitaria. He aquí su tesis:
Los independentismos tienen muchas más dosis emotivas que raciocinio. Es la necesidad de sentirse 'diferentes', pero en grupo, porque si no formamos parte de un grupo, un partido, una secta, una religión, o una nación ,no somos Nadie. O al menos eso parece ser una de las necesidades del gregarismo del ser humano. Necesitamos la ‘seguridad’ de otros que piensen y, sobre todo, sientan como nosotros, las ‘emociones comunes’ constituyen la mayor ‘seguridad’ que el hombre necesita para no tener que enfrentarse a su soledad. Una verdad, una creencia, un pensamiento, unos hábitos, una ‘historia’, real o aliñada, una lengua particular, por una parte. Por la otra, los ‘distintos’ (enemigos), los que no coinciden con nosotros y piensan diferente, alguien cuya forma de ser y de sentir nos disgusta, son los requisitos para desear: una Nación idealizada.
El Náufrago tenía ante sí esta mañana, unas 600 páginas de lectura periodística. Tres periódicos, dos de regalo y uno comprado. Encartes, suplementos, complementos, ‘especiales económicos, sociales, deportivos’, se desplegaban y le producían una pequeña ansiedad, de tanta ‘información’. Estamos ‘súper informados’ y no tenemos capacidad, ni tiempo, ni necesidad, de esta inflación informativa. La ‘híper información’ es la mejor manera de armarse un hermoso cacao mental. Si atendiera a todo, tendría que estar ‘informado’ de la Diada, de los rumores sobre Letizia, la derrota del Barça, la pole de Alonso, el coste del paro, las cataratas de Pepiño, el narcisismo de Chávez, los bautizos Borbón-Dampierre, las primarias madrileñas, los pastores quemadores del Corán, la 'estratergia' en la guerra de Afganistán, la odisea del Dinosaurio ‘Pepito’, el camelo del ‘himen’, la adicción al sexo… y se salta todos los suplementos salmón, porque no entiende ni papa.
De momento, antes de salir a darse un paseo matutino, en un domingote gris septembrino y tomar algunas fotos, se detuvo en un artículo titulado: “Esos pelos, esas camisetas”. Titular que ‘despista’ un poco pero que analizaba el estado de la cuestión del ‘furor’ independista catalán y la versión de la Diada 2010. Lo leyó, tomó algunas notas, pero sobre todo el Náufrago hizo su propia reflexión sobre esta ‘necesidad independentista’ que aviva nuestra vida comunitaria. He aquí su tesis:
Los independentismos tienen muchas más dosis emotivas que raciocinio. Es la necesidad de sentirse 'diferentes', pero en grupo, porque si no formamos parte de un grupo, un partido, una secta, una religión, o una nación ,no somos Nadie. O al menos eso parece ser una de las necesidades del gregarismo del ser humano. Necesitamos la ‘seguridad’ de otros que piensen y, sobre todo, sientan como nosotros, las ‘emociones comunes’ constituyen la mayor ‘seguridad’ que el hombre necesita para no tener que enfrentarse a su soledad. Una verdad, una creencia, un pensamiento, unos hábitos, una ‘historia’, real o aliñada, una lengua particular, por una parte. Por la otra, los ‘distintos’ (enemigos), los que no coinciden con nosotros y piensan diferente, alguien cuya forma de ser y de sentir nos disgusta, son los requisitos para desear: una Nación idealizada.
Comentarios
Gracias a vosotros, sin embargo, no me he vuelto una auténtica ignorante del noticiero de nuestros días...Muchas gracias. De verdad.
De verdad, no sé que es más provechoso para la salud física y sobre todo mental, si estar 'informada' o gozar de un paréntesis de silencios e ignorancias.
Vivimos en una sociedad hiper 'informada', o más bien 'bombardeada' desde diferentes fronteras...
Recuerdo otros tiempos, que por razones de trabajo o de vacaciones fuera de España, sentía como una especie de bendición el no estar al corriente de lo que por aquí pasaba...Pero cuando estás un poco en el ajo y tienes el vicio de leer los papeles, sufres más que disfrutas con las 'nuevas' que nos ofrecen los 'mensajeros'.
Disfruta del camino, de los paisajes que ves, de los 'encuentros' con otros caminantes. Me parece mucho más saludable y provechoso para 'encontrarnos'.Estíralo todo lo que puedas. En realidad,lo que se 'oye' de esta 'parte' es sólo 'ruido, demasiado ruido'.
'Haz que el camino sea largo...'
Que tengáis una buena noche. Un buen despertar.