De cambios y perennidades

La verdad: el Náufrago estaba harto ya de reflexiones 'trascendentales'. Lo que reclama y necesita el personal, dados los tiempos y las circunstancias es algo más light, más leve, y si puede ser, que de alguna manera nos sosiegue. Para sermones y noticias, más bien tendiendo a desalentadoras, se las pintan solos los muy amados políticos y los muy 'impactantes' informadores que escogen las noticias más ‘divertidas, enternecedoras y gratificantes’(?)

Andaba tras ello el Náufrago, pensando en que su 'curso', bastante peculiar, pronto empezaría, y estaba dando un repaso a las canciones que le podrían hacer sentir algo. Escogió varias, pero no era fácil encontrar algunas que no nos llevaran a cierta nostalgia. Una de ellas, si no alegre, al menos tenía una bella voz y una melodía que al Náufrago siempre le ha gustado. El texto tampoco le es ajeno. En el fondo coincide con lo que susurra la cantante canadiense, Céline Dion. Al menos él se siente bastante así.

Ahí les queda la canción: “¿Cambiamos?” ¿O fundamentalmente seguimos siendo los niños de nuestros 5, 6, 7 años? ¿Somos aquellos niños o niñas un poco 'maquillados', protegidos con alguna coraza que nos ha puesto la vida, o hemos cubierto nuestra inocencia con trajes que nos quedan un poco largos? La respuesta está en el viento. Pero al fin y al cabo, hoy se trata tan sólo de oír una voz y una canción que nos sosiegue.


NO CAMBIAMOS



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