Los 'defectos' de don Perfecto

Creo haber hablado aquí de mi amigo D. Perfecto. Don Perfecto Estirado es un personaje curioso que suscita sentimientos encontrados que van de lo entrañable al “queteden” guapo, y ahí te quedes con tus perfecciones y monsergas.

Esta mañana me lo encontré en un conocidísimo centro comercial adonde había acudido a recoger, según me dijo, un pantalón que se había comprado días atrás y al que tenían que hacerle un pequeño arreglo. D. Perfecto, que ama discretamente el orden es al mismo tiempo un solemne despistado y había venido a recoger su prenda sin el consiguiente recibo de compra. La simple observación del empleado de que en estas fechas, sin el correspondiente tique de venta le iba a suponer un pequeño problema encontrarlo dado el movimiento de estos días ya le hizo sentirse algo mal, como al niño que sorprenden sin haber hecho correctamente los deberes .

Menos mal que el joven se limitó a decirle “ Es que comprenderá que con la cantidad de artículos que vendemos estos días me va a costar un poco encontrar su pantalones”. Entre avergonzado y molesto por esta observación bastante normal, dio algunas pistas sobre el pantalón en cuestión y hasta quiso introducir una leve nota de humor pero no encontró la fórmula porque el dependiente ya había emprendido la ruta hacia la caza y captura de un pantalón de pana beige de rayas gruesas... Pasados unos minutos respiró aliviado al ver que regresaba con una prenda ‘impecable-mente’ arreglada.

Se dirán que es raro, raro de verdad, este amigo mío y tengo que darles la razón .Para corroborar este aserto les contaré lo que le había sucedido minutos antes. El hecho se perpetró en el kiosco en el que a veces compra sus periódicos. Había pedido dos diarios, don Perfecto preguntó el precio por ser sábado, y el quiosquero le dijo, “2’20 €”. No había entendido bien y puso sobre el mostrador 2’10 €. El señor, como es natural, le indicó que faltaban 10 céntimos. Este simple hecho hizo que se pusieran en marcha los mecanismos de la vergüenza que tan engrasados tiene la máquina de D. Perfecto. Ese simple hecho había echo saltar la señal que le indica: ‘vergüenza porque el señor de los periódicos pudiera pensar que quería escamotearle tan fabulosa suma’. Menos mal que no le vino a la mente la operación de Marbella.

Podía seguir contando anécdotas semejantes pero prefiero callarme no sea que empiecen a pensar que sólo conozco a tipos raros .En el mismo centro encontré un matrimonio amigo que habían acudido allí, porque su perra, Cuca, amiga de Douce, sólo come alimentos en lata, y además de ‘marca’. O sea que hasta los perros empiezan a ser raros