Revilla vuelve a la carga

Ya he contado en esta bitácora la ambivalente sensación que me producen ciertas 'salidas' del presidente de mi región, señor Revilla. Mis sentimientos van desde una cierta simpatía hasta el rubor y la vergüenza ajena.

Las apariciones de nuestro presidente son siempre esperadas y muy celebradas por los periodistas de la capital que deben ir a la estación de taxis más cercana a su punto de llegada a Madrid. Después no sé si le siguen hasta la Moncloa para ver si en su 'bolsuca' está la lata de anchoas de Santoña que ofrece en cada visita al Jefe del Gobierno.

También sus ruedas de prensa son celebradísimas porque siempre hay alguna 'revelación' jugosa que llevar a las páginas de sus periódicos o a sus micrófonos :ya sea sobre los problemas de vejiga de ilustros personajes del reino,ya sobre el menú de las bodas reales, o quién se fue de la lengua sobre los 'lapsus linguae' zapateriles en lo de los 'trágicos accidentes'. Este último comentario me suena ya a escolar chivato que dice al profesor: "Presi, no fui yo, yo sólo fui a lo del riñón. Fue Pedrito Rioja que salió primero,el que largó. Además estuvo fuera de clase 20 minutos, que miré mi reloj".

Con todo esto, Revilluca, tiene dividido al personal de esta tierra. Hay unos que festejan y aplauden estos numeritos y otros tipos raros, como este servidor, que se pregunta qué significa de verdad lo del taxi cuando no se escatiman otros gastos superfluos, que es eso de tanto besuqueo de banderas cuando hay cosas más importantes y no digo nada de las anchoas porque podría parecer que tengo envidia de Zapatero. Y es que esas anchoas son mucha anchoa y España le pone.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
La verdad es que este hombre deja a uno desconcertado,no se sabe si va o si viene de vuelta,esto ùltimo con periodistas metidos en el taxi es de "tomate pachangero".laura
Douce ha dicho que…
Es difícil saber si los políticos van o están de vuelta, lo que sí sabemos con certeza es que se trata de no alejarse demasiado del sillón.

Ya se sabe que el que se va a Sevilla, pierde la silla.
Meritxell2000 ha dicho que…
Es que con los presidentes hay que tener resignación. Déjale que lleve anchoas o lo que quiera, a ver si ahora no vamos a hacer publicidad de los productos selectos de nuestra tierra, mejor dicho mar. Queda muy mono, oye.

Saludos desde la dehesa extremeña y los buenos jamones jejejej

Meritxell
Douce ha dicho que…
¡Hola! Feliz y paciente año, lo de paciente puede unirse a lo de pacense, por si llega la Pax Augusta a nuestras aulas.

Los jamones de esas dehesas son puro lujo. A ver si el nuevo Presidente extremeño le lleva a ZP algunos ejemplares. Como a todos los presidentes les dé por llevar productos de la tierra o del mar, doña Sonsoles (mejor dicho, sus cocineros) no van a tener problemas de intendencia.

Un saludo cariñoso desde las brumas cantábricas
Anónimo ha dicho que…
Ya se sabe, ellos a recibir pacientemente a todo el que vaya con regalos para el paladar, y es que ya se sabe lo dura que es la vida de presidente en la Moncloa, que nadie se quiere ir de allí.

Un abrazo y a disfrutar de lo que podamos.

Meritxell

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