Anécdotas marcianas (del 'martes',9 de enero 2007)

EDUCACIÓN EXTRANJERA
12’30 de la mañana. (Comienzo de clase)

- ¡Plas, plas plas! Una mano golpea el asiento de la silla indicando a alguien para que se siente en ella.
- “Je ne suis pas un chien pour que tu fasses comme ça”, responde el interpelado

Gesto de sorpresa en el aludido. El invitado a sentarse de manera tan ‘hispana’ se llama Mihail, es moldavo, su padre es un político perseguido en su país y que actualmente se encuentra en España. Mihail ha querido mostrar a Eduardo, su compañero, que está bien que desee que él se siente a su lado, pero que no es un perro a quien se indica con esos modales a que tome asiento.

Buena lección de ‘educación cívica’

AGRADECIDA DESPEDIDA
14’15 de la mañana. Salida de clase.

- “ ¡Adiós, Julio! ¡Adiós, Julio!”, dicen casi a coro, sonriendo, Mar y Cecilia. Así todos los días al terminar la clase. Es una manera de agradecer la hora de clase, es una forma de sentirse reconfortado.

No todos se despiden así , los hay que no dicen nada. Pero basta que unos pocos lo hagan de esta forma para saber que no se ha empleado una hora en balde.

EL NUEVO ALUMNO

A media clase entra el Jefe de Estudios y presenta un nuevo en clase. Se llama Daniel pero no hay más explicaciones, quizá por no interrumpir la clase.

El profesor le indica que se siente al lado de una chica , rogándola que comparta su libro. La más ‘ligera’ de la clase ríe, los demás comprenden mejor la situación de alguien que desembarca de repente en mitad de curso, en medio de un grupo de compañeros desconocidos, procedente de otro país.

Una chica ríe y no es capaz de ponerse en la situación del recién llegado. Los demás respetan con su silencio la incomodidad que puede sentir el ‘nuevo’, e indican tácitamente el respeto que merece. El profesor trata de hacer comprender a la ‘alegre de la clase’ cómo puede sentirse el chico, pero la observación no parece llegar a la aludida. Sensibilidades.

TÍMIDAS REACCIONES

Es tímido, su letra refleja un interior complejo, quizá demasiado presionado o cargado de excesiva responsabilidad, pero se ampara en el desparpajo de su inseparable amigo para hablar cuanto puede, por lo bajo

- “Pablo, Diego”, taisez-vouz. S.v.p.!" dice en voz alta el profesor. Breve silencio. Minutos más tarde , segundo aviso. Parece que la necesidad de hablar es urgente.

Cuando los tímidos buscan sus aliados para poder ser ellos.

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