Acotaciones al margen de los días

  • IANUARIUS
Ocurre a menudo que nos pasamos media vida esperando las cosas que deseamos o temiendo no sé qué acontecimientos que llegarán. Y son tantos nuestros deseos o nuestros sueños que podemos perder gran parte del tiempo a la espera de que cambien los tiempos, esperando a que se cumplan nuestros deseos, que se realicen nuestros sueños o se resuelva tanto problema ‘urgente’... Mientras, de espera en espera, nos olvidamos de ‘vivir’ lo que se nos ofrece en cada momento, la única eternidad de la que disponemos.

Por ejemplo que a esta hora exacta ,12’33 h. , en pleno mes de enero, brilla un hermoso sol y hay una leve franja de niebla en el horizonte donde el mar y el cielo se funden en un abrazo intenso. La playa ofrece un paseo interminable por el que caminar mientras disfrutas de una charla, y quedan aún espacios extensos, apenas frecuentados, por los que seguir paseando.

¿Por qué no disfrutar, AHORA , de lo único de lo que eres dueño? ¿Para qué sirve agobiarse por lo que pueda venir, o echar la vista atrás a lo que ya no posees sino en forma de recuerdo?
  • ARS PEDAGÓGICA
También hoy, en hora distinta. Charla de colegas sobre el ‘Panfleto pedagógico’. A veces sirve de consuelo pensar y discutir sobre si son exageraciones o realidades lo que leemos sobre la realidad que vivimos. ¿Cómo está el patio? ¿Realmente tan mal como algunos dicen? ¿Tan menos mal según afirman a los que pagan para que digan que aquí no pasa nada? ¿Tan ‘así’ como cada uno de nosotros lo vive?

Charlando , charlando, los dos colegas llegan a los pedagogos. Esos diseñadores de salón que nunca han bajado a torear de verdad a los ruedos, los que viven de escribir libros, dar conferencias, asistir a simposios, hacer planes y decretos, que serán desechados y reformados por otros ‘pedagogos’ a sueldo. Todo a gusto del amo, a espaldas de los interesados. Pedagogos de grandes tratados y de ninguna experiencia concreta...

Y uno de los ‘locutores’, sintió ganas de decir al otro ¿“PEDAGOGO”? ¿Y tú me lo preguntas? Tú eres el auténtico ‘pedagogo’, el que nunca ha escrito ningún libro sobre el tema, el que no ha dictado ninguna conferencia ni nadie ha solicitado tus saberes para ninguna ponencia. Tú, y tu manera de ejercer la ‘auctoritas’ de tu manera de ser , ni ‘amiguete’, ni juez, ni blando ni rígido, ni lejano ni revuelto. TU ERES UN PEDAGOGO:
-“Persona [.../...] de grandes cualidades como maestro”
  • MAHOMA Y LA PIZARRA
Es la última hora de la mañana.. El profesor de guardia que hace su ronda encuentra a un grupo de chicas y chicos de once o doce años esperando agrupados en la puerta del aula. Les pregunta qué esperan. Confusamente, uno de ellos le explica que la profesora ha ido a ver si la ‘pizarra electrónica’ esta disponible en otro aula. El profesor , por hacer algo de tiempo, pregunta a uno:

- “ ¿Si Mahoma no va a la montaña, la montaña vendrá a Mahoma.?”

El chaval le mira extrañado y dice que no entiende nada. El profesor se lo repite más despacio para ver si capta la relación entre Mahoma la montaña, su profesora y la pizarra. Hay alguno que sonríe, no se sabe si por ver la perplejidad retratada en la cara del compañero o porque él ya ha captado la relación. Al ver que todavía el enigma no está claro el profesor asocia Mahoma y profesora , montaña con pizarra. En ese momento la cara del muchacho se ilumina al encontrar la solución y exclama: “ ¡Ah!, ahora ya lo veo!”.

Es el momento en que llega Mahoma, perdón la profe, y se los lleva a la montaña. Estos chicos acostumbrados a entender sólo lo que ‘ven’, les cuesta pensar que el lenguaje es un tapiz hecho de relaciones lógicas o dispares.

Françoise Hardy: "Mon amie la rose"

Comentarios

Meritxell2000 ha dicho que…
Cada uno opina del problema de la enseñanza según le vaya en la feria, como suele decirse. Si estás en las altas esferas, dirás que genial todo, maravilloso el mundo desde la cumbre. Pero si estás al pie del cañón, intentando explicar al alumno todo ese mundo por descubrir gracias a la Lengua, dirás que la que te ha caído encima, que no hay más que presiones por todos lados: tú, por querer enseñar lo mejor que puedas; los alumnos por no querer dar golpe, o lo mínimo que se despacha; los padres, que apruebes al niño; la administración, que venga, a aprobar a todo bicho viviente...Y así, con ese pesado fardo, a tirar del carro, eh, Julio...Lo mínimo que nos queda es leer el Panfleto ese y desquitarnos de tanto agobio por un rato.

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