La magia de la música y del silencio

Admiro a las personas que aman intensamente la música, aquellas a las que la música puede transportarles a otros mundos y hacerles capaces de olvidarse de las preocupaciones más urgentes e inmediatas. Aún gustándome la música sé que no puedo adquirir esa transfiguración o transmutación del ánimo. Pero sé que mis estados de ánimo cambiantes pueden sintonizar en distintos momentos con una desgarrada voz flamenca, o vibrar al son de ritmos y tonos más calientes, o dejarse mecer por la nostalgia de una balada, o sentir la plenitud de una pieza clásica.

Todos, según nuestro estado de ánimo o desde nuestra sensibilidad a la magia de sonidos, ritmo y silencio, somos capaces de aliarnos a la música y perdernos hasta que la serenidad, la sensualidad, la exaltación o la nostalgia se apoderen de nosotros.

Hoy necesitaba de la paz y serenidad que siempre me ha producido esta canción de Pink Floyd: "Shine On You Crazy Diamond"

Nobody knows where you are, how near or how far.
Shine on you crazy diamond.
Pile on many more layers and I'll be joining you there.
Shine on you crazy diamond.
And we'll bask in the shadow of yesterday's triumph,
sail on the steel breeze.
Come on you boy child, you winner and loser,
come on you miner for truth and delusion, and shine
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Comentarios

Anónimo ha dicho que…
¿Una leve e irónica sonrisa?
Ahí va eso:

"La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.- Groucho Marx"

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