¿Jugamos a los dioses?
Creo que la última astucia de Dios , después de haber creado esta mundo imperfecto, o sea diseñar este inmenso pero frágil escenario, fue la de imaginar cómo debería ser el hombre obligado a actuar sobre tablas tan mal construidas, adrede. A Dios , en plan artista , tampoco le satisfizo la obra que había creado. Si fuera una obra absolutamente perfecta no sería una obra artística , le faltaría lo esencial: la capacidad de ser mejorada.
Este mundo es injusto, muy injusto, pero sería aburridísimo si todo fuera perfecto, si no pudiéramos equivocarnos, no tener la posibilidad , a fuerza de coscorrones y hasta de muerte, tratar en vano de mejorarlo. O al menos, la posibilidad de intentarlo.
Lo que más acercaría a Dios al hombre, en el caso de que exista eso que llamamos Dios, sería que Él tampoco pudiera hacer la Obra Perfecta. Sería entonces más Dios, más humano, con la posibilidad o imposibilidad de pedir cuentas al hombre. Un Dios perfecto que hace criaturas imperfectas no tiene derecho alguno a pedir cuentas a nadie . Yo, en su caso, me estaría culpabilizando de no haber sabido hacer ‘mis deberes’. Y en ese caso: ¿en nombre de qué o de Quien podría yo premiar o castigar a nadie?
De todos modos no me hagan mucho caso. La cuestión es que a mi enseñaron que tenía que ser como un Dios. ¡Dios, qué mala educación nos enseñaron!
Este mundo es injusto, muy injusto, pero sería aburridísimo si todo fuera perfecto, si no pudiéramos equivocarnos, no tener la posibilidad , a fuerza de coscorrones y hasta de muerte, tratar en vano de mejorarlo. O al menos, la posibilidad de intentarlo.
Lo que más acercaría a Dios al hombre, en el caso de que exista eso que llamamos Dios, sería que Él tampoco pudiera hacer la Obra Perfecta. Sería entonces más Dios, más humano, con la posibilidad o imposibilidad de pedir cuentas al hombre. Un Dios perfecto que hace criaturas imperfectas no tiene derecho alguno a pedir cuentas a nadie . Yo, en su caso, me estaría culpabilizando de no haber sabido hacer ‘mis deberes’. Y en ese caso: ¿en nombre de qué o de Quien podría yo premiar o castigar a nadie?
De todos modos no me hagan mucho caso. La cuestión es que a mi enseñaron que tenía que ser como un Dios. ¡Dios, qué mala educación nos enseñaron!
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