¡Cuán bello es el lenguaje!
Cada vez tengo más claro alguna de las tareas a las que voy a dedicarme una vez jubilado, para sentir intensamente el ‘júbilo’ de la jubilación (“Gaudeamus igitur,/iuvenes dum sumus").
Hoy, al leer la convocatoria de un “Curso” que no haré, he encontrado el valor, la profundidad , la superioridad del lenguaje 'ténico-pedagogico-educativo', al que el resto de los mortales nunca llegaremos. Al jubilarme haré un curso intensivo para dominar a la perfección este lenguaje que sólo a unos pocos les he dado conocer y saber utilizar.
Si lo alcanzáramos seríamos capaces de hacer:
Todo ello, sirviéndonos "de material didáctico autosuficiente"
Hoy, al leer la convocatoria de un “Curso” que no haré, he encontrado el valor, la profundidad , la superioridad del lenguaje 'ténico-pedagogico-educativo', al que el resto de los mortales nunca llegaremos. Al jubilarme haré un curso intensivo para dominar a la perfección este lenguaje que sólo a unos pocos les he dado conocer y saber utilizar.
Si lo alcanzáramos seríamos capaces de hacer:
- “nuevos diseños pedagógicos específicos
- analizar el marco teórico de la educación
- descubrir las implicaciones metodológicas
- adquirir los instrumentos necesarios para el futuro autoperfeccionamiento
- elaborar y desarrollar estrategias personales
- manejar y utilizar diferentes herramientas de comunicación tanto asíncronas como síncronas
- realizar y remitir las actividades de heteroevaluación”
Todo ello, sirviéndonos "de material didáctico autosuficiente"
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