Estado de la cuestión / Isla

By Douce

Como mi papá está hecho una especie de “Eccehomo” , braciatado y cara circunspecta, he decidido ponerme yo al teclado para dar breves noticias sobre el estado de la cuestión. Trataré de ser escueta porque estos chismes (los ordenadores) no están adaptados a nuestras extremidades. Un caso más de discriminación de especies.

Diré en primer lugar , que este cagaprisas, además de quejica, anda por la casa como un oso enjaulado. Él, sin el coche para ir al bosque o a la playa es medio-Julio, por no decir un cuarto. Además, como no puede escribir, el cuarto se reduce a nada. Para más INRI hoy, leyendo el periódico, bueno más que periódico, “tarjetero de felicitaciones” de todas las alcaldías de la Región, de todos los asadores, de todas las tiendas de muebles, de todos los comercios de todos los ramos, más todos los hiper, super, mega-mercados, ha leído una noticia que no sabe cómo tomársela, si a broma o a cabreo. Seré breve y acabo, porque a mi el teclear en un aparato de éstos me rebasa.

Resulta que el otro día entró en una librería para comprar un regalo para su “amigo invisible” de mañana por la noche, y de paso comprar también el del mío. Se le acercó una jovencita que llevaba una lista que ponía más o menos “ Asociación regional para los discapacitados sordomudos y para los niños pobres”. La chiquita, de unos 19 ó 20 años, como buena sordomuda, no hablaba. Según mi papá tenía una cara dulce y gestos suaves que te indicaban dónde tenías que firmar y anotar la cantidad. A cada respuesta, muda también, de una firma, de un gesto afirmativo, ella respondía llevándose los dedos a la boca simulando un beso o algo parecido. A mi papá que es medio tonto, por no decir gilipollas sustancial, aquellos gestos le parecían tiernos, viniendo de una joven ‘discapacitada’. Le largó un billete de 20 euros y anotó en la lista : 10 euros y con gestos también pidió la vuelta. La chica echó mano a su bolsillo y le devolvió un billete de cinco euros. Mi papá para no rubricar que era tonto de baba, aunque sí muy cercano, le indicó que faltaban cinco. La chica volvió a meter la mano en el bolsillo y empezó a sacar una serie de monedas de euro y de diversas especie de céntimo. En montones, sin contarlos exactamente, iba dejando tres, tres cincuenta, setenta… A mi papá le pareció extraño, pero pensó que,junto a la sordomudez, la chica tampoco entendía de sumas y restas, así que, después de insistir un par de veces, reclamando los céntimos que faltaban para completar los otros cinco euros, decidió quedarse con lo devuelto y no ponerse a contar céntimo arriba , céntimo abajo. No dio más importancia al suceso.

Se quedó con la doble sensación de la suavidad de los gestos de la sordomuda y una leve impresión de que habían jugado con su buena voluntad, pero compró el libro y en paz.

Hoy , leyendo el periódico, entre felicitación y felicitación, leyó lo siguiente:

"Detenidas en Santander seis mujeres rumanas por estafa".

Efectivos del Grupo de Extranjeros de la Jefatura Superior de Cantabria detuvieron en la mañana del miércoles, día 20, a seis mujeres rumanas, presuntas integrantes de un grupo organizado itinerante dedicado a la estafa, cuando las sorprendieron en la plaza del Ayuntamiento de Santander y en la calle Juan de Herrera, haciéndose pasar por miembros de la falsa "asociación regional para los discapacitados sordomudos y para los niños pobres".


Lean la noticia y acuérdense de Ramona, en nombre mío… ¡¡INGENUO!! (¿Cuando espabilará este papá mío?). No se preocupen, morirá así de tonto

Te me mueres de tonto y gilipollas.
Convicta estoy, papá, estoy confesa.
Y sabedora fiel de cómo piensas,
terminarás , polluelo, en una olla.

Douce

Comentarios

Entradas populares