Cómo comer una figurita de mazapán y no perecer en el intento

Imaginen que aprovechando que es un sábado, entre dos días de fiesta, usted que es goloso por naturaleza, entra en una tienda de 'Supercor' porque se ha quedado sin figuritas de mazapán. Hasta ahí, de acuerdo.

Usted entra, mira por distintos pasillos y al final, después de dar bastante vueltas, porque no es un habitual del local, da con el stand, el expositor, o el estante dónde se colocan los distintos productos. Ve , por fin, una caja en la que pone, en distintos idiomas: "Figuritas de Mazapán", y en cacateres más pequeños " Figurinhas de Maçapâo" o "Marzipan figures", que no sé si saben de distinta manera si usted se las toma como español , portugués o anglo-parlante. Hasta aquí seguimos más o menos de acuerdo, con alguna posible discrepancia idiomática.

Usted llega a su casa y a la hora del postre le apetece abrir la caja que ha guardado celosamente. Entonces es cuando empiezan los problemas para el goloso y cagaprisas comprador. Coge la caja / il prend la caisse; la mira por todos los lados / la regarde por todos los cotés, (bueno, déjemonos de gilipolleces y vayamos al grano, o por mejor decir a las figuritas de mazapán)

Habíamos quedado que el goloso comprador es torpe, torpe. Mira la caja por un lado, le da la vuelta, otra vuelta, y no encuentra ningún indicativo que ponga "Abra por aquí". No ve esas incisiones en forma de rayitas que tampoco sirven de gran cosa. Cansado e impaciente tira de cuchillo y trata de despegar la solapa izquierda. Al final encuentra una abertura por donde extraer las figuritas. Pero como cada vez estamos más avanzados , cada figurita está envuelta en un papelito de celofán, bastante ajustado y sellado por ambos lados, por alguna maliciosa máquina.Tira de ambos lados a lo ancho, a ver si es capaz de que el celofán se abra de una p... vez, pero nanay. Es un celofán resistente que se burla a carcajada limpia del abriente.

El impaciente abridor que está deseoso de mazapanearse la figurita, echa mano de unas tijeras y corta por lo sano, es decir por el costado derecho. Pero tampoco. El celofán , terco, sigue pegado. Casi desesperado, hinca la punta de las tijeras y lo abre ...por tijeras!. Así, 3 , 4 figuritas... hasta que un momento de lucidez, él , que es daltónico para más inri, ve que en la parte derecha del prensado hay una especie de picos tal que así: ^^^^, de color rojo y se le ocurre, '¡oh clarividencia! tirar por esa línea imaginaria hacia abajo. ¡SORPRESA!!! el celofán cede cual si fuera el sujetador que no acierta uno a desabrochar en una emergencia... Y aparece el mazapán en toda su voluptuosidad y tentación para 'amazaparlo'.

Ahora casi lamenta que sea tan fácil .Con la excitación que despierta un sujetador, digo un celofán que se resiste...

Sacarán como conclusión que el interfecto es un torpe y un manazas de campeonato. No lo duden ni un momento: Están en lo cierto. Es un zoquete redomado

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