Desde Peñacabarga

Este papá mío es a la vez muy simple y rebuscadamente complicado. Hace falta un talante benévolo y comprensivo para entender sus rarezas. No le gustan en absoluto la celebración 'normal' de estas fechas tan 'significadas' y no se sabe si es por llevar la contraria o porque realmente no se siente a gusto en estas celebraciones multitudinarias y procura hacer lo que viene en gana.

Así por ejemplo hoy me ha subido hasta Peñacabarga una montaña que se encuentra a unos 10 km de Santander y desde cuya cima se tiene una visión espléndida de la bahía y de los montes que están al sur de la ciudad. Me ha gustado el paseo sobre todo porque he podido convivir con vacas, cerdos y caballos.Me he perdido entre los arbustos, matorrales y olores mil, mientras él admiraba el paisaje.

Me ha dicho que le gusta disfrutar de esta visión panorámica tan hermosa y contemplar desde arriba los afanes de los que preparaban sus fiestas, juergas y cotillones de esta noche. No le va nada eso de comer uvas , darle a los matasuegras y cogerse melopeas aunque si le gusta beber, pero no mucho más de lo que hace normalmente. En realidad no sabe si debería ser una fiesta o un funeral. ¿Qué celebramos, que ya nos queda un año menos de vivir o que podamos celebrar el empezar un año nuevo? Yo, sin que sea muy pensadora y aunque me afectan poco estos cambios de años y estaciones , creo que debe ser más bien lo último.Pues lo celebraré con ustedes, porque no quiero ser tan borde.

Que el nuevo 2007 les sea propicio y provechoso. Que venga con las dosis justas de problemas y soluciones... porque si no tuviéramos algún problema no podríamos disfrutar de lo que hemos aprendido y obtenido resolviéndolo. Sean lo más felices que puedan.