El Dios de Benedetti y Oscar Hahn

Sábado 24 de agosto

Son raras las veces que pienso en Dios. Sin embargo, tengo un fondo, religioso, un ansia de religión. Quisiera convencerme de que efectivamente poseo una definición de Dios, un concepto de Dios. Pero no poseo nada semejante. Son raras las veces en que pienso en Dios, sencillamente porque el problema me excede tan sobrada y soberanamente, que llega a provocarme una especie de pánico, una desbandada general de mi lucidez y de mis razones. «Dios es la Totalidad» dice a menudo Avellaneda. «Dios es la Esencia de todo» dice Aníbal, «lo que mantiene todo en equilibrio, en armonía, Dios es la Gran Coherencia». Soy capaz de entender una y otra definición, pero ni una ni otra son mi deftnici6n. Es probable que ellos estén en lo cierto, pero no es ése et Dios que yo necesito. Yo necesito un Dios con quien dialogar, un Dios en quien pueda buscar amparo, un Dios que me responda cuando lo interrogo, cuando lo ametrallo con mis dudas. Si Dios es la Totalidad, la Gran Coherencia, si Dios es solo la energía que mantiene vivo et Universo, si es algo tan inconmensurablemente infinito, ¡qué puede importarle de mí, un átomo malamente encaramado a un insignificante piojo de su Reino? No me importa ser un átomo del ultimo piojo de su Reino, pero me importa que Dios esté a mi alcance, me importa asirlo, no con mis manos, claro, ni siquiera con mi razonamiento. Me importa asirlo con mi corazón.

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"La tregua". Mario Benedetti. Alianza Editorial. pág. 137

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DE LA NATURALEZA DE DIOS


Hace tiempo que Dios no me habla
que no me saluda
que trata de evitarme cuando se cruza conmigo
Si Dios fuera mujer
le lamería los muslos
le mordería los pechos
le daría besos con lengua
Pero Dios no es mujer
y mientras Él no cambie de sexo
no voy a desear su compañía
y tendré que conformarme con el vicio solitario
esa religion solipsista
en la que Dios y el creyente
son uno y el mismo

Mientras Dios sea hombre no me interesa
tampoco si se hace un cambio de sexo
o si se transforma en travesti
o si se disfraza de mujer
Cuando sea mujer de verdad
con caderas anchas y sus cosas bien puestas
cada una en su lugar
para regocijo de mis manos para fiesta de mi lengua
para cauterio de mis ojos
voy a creer en Dios
Sera un amor ardiente
como el del Cantar de los Cantares

Dios es esa secretaria de pelo largo
falda ajustada y escote pronunciado
que cuando se inclina hacia adelante
se le ve la via láctea
La misma que entre medio de los muslos
esconde el origen del mundo
La única a la que puedo mirar a los ojos
y desear comérmela en forma de hostia
pero que jamás
podria acusarme de acoso sexual
Porque los mandamientos
los dictó ella misma hace muchos años
como amar a Dios sobre todas las cosas
y yo los estoy cumpliendo estrictamente

Yo soy el ser que adora a la Dios
y la Dios me adora a mí.

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"En un abrir y cerrar de ojos". Oscar Hahn. Col. Visor de Poesía.p.26

Comentarios

Enrique Gallud Jardiel ha dicho que…
Dios está muy bien y no seré yo quien le objete.
Pero mucha gente defiende tradiciones "religiosas" sin preocuparse para nada de Dios. Es además, falta de respecto para con Dios, el pretender interpretarle y hablar en su nombre. Y esa es una tendencia que desgraciadamente noc cambia.

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