De 'bonne heure': pensamientos, sentimientos y olores
by Douce
Bueno, que eso, que yo espero todas las mañanas a que mi papá haga su cama, ponga encima la manta que me regaló mi abuela y cuando se haya duchado, afeitado, lavado y desayunado poder salir a dar un garbeo, más que nada por mis diversas necesidades. Y que conste que no es sólo eso en lo que ustedes están pensando, que también. Claro , como ustedes lo tienen tan a mano...
Pero mis paseos de ‘bonne heure’ que dicen los gabachos, son sobre todo para satisfacer ante todo mi necesidad de olfatear todos los alrededores y leer los ‘sms’ que me han dejado mis amigos , vía ‘interhierbas’. Hoy , mientras yo olía sin salir del patio, porque llovía suavemente, mi papá me llamó para decirme:
- Escucha, Douce ¿no oyes? (Él, presumiendo de oído fino)
- ¿Qué tengo que oir? Lo mío ahora es oler
- El ruido de la lluvia que cae sobre las hojas... tic... toc... toc...
- Oiga, cursi, me parece bien que usted se embelese con ese tic, tac o tic, toc, toc tic, como si el agua que cae de los canalones toque el piano tecleando sobre las hojas . Si no te importa, me gustaría seguir olfateando
Se quedó un poco cortado, al ver que no quería acompañarle en la audición de este concierto matutino y seguí oliendo. En un momento dado, y aunque no me gusta demasiado la lluvia, salí de la parte cubierta del patio, por donde había seguido el rastro del olor dejado por los gatos y otros olores para ustedes imperceptibles, y me arriesgué a salir al jardín. La lluvia era apenas chirimiri, así que pude hacer ‘mes besoins’ sin necesidad de calarme. A mi también me gusta ‘arroser le jardin’. Si pongo estas cosas en esta lengua tan cursi, es porque soy fina y no me gusta decir 'mear' y cosas de ésas que suenan a vulgar y me desacreditarían como una perrita ‘douce’ y educada.
Cuando volví bajo techado, porque tan poco era cuestión de cogerse una pulmonía, mi papá estaba pensativo . Me había estado mirando , mientras yo ‘regaba’ el jardín. Le miré y le dije:
- ¿Por qué me mirabas cuando yo estaba a lo mío?
- Pues mira, Douce, no se si lo entenderás...
- Alto ahí, ese prólogo me incomoda. ¿Cómo dudas de que yo pueda entenderte? Me duele que digas eso. Creo que he dado muestras suficientes de saber entenderte.
- Lo sé, Douce, lo sé. Perdona. Pensaba en la compañía silenciosa que tú representas para mí. Pensaba que no si no fuera por ti, seguramente yo no bajaría tan pronto a la calle. Que no tendría mucho sentido que mientras tu olfateas yo atendiera al ruido de las gotas de lluvia que caen sobre las hojas, que me sentiría solo contemplando el jardín, este aire gris que ahora nos rodea, no repararía que apenas estamos tú y yo, casi solos , a estas horas, en la calle. Y no sentiría este poder pensar en esta mañana de domingo, y ver que hay luz en algunas casas, pero la mayoría estarán aún en la cama aprovechando que no tienen prisa para ir a trabajar , a hacer la compra o a las mil cosas de un día de trabajo.
Después del rollo que me soltó, que yo comprendo, aunque él no lo crea, le devolví a la otra realidad y le dije.
- Oye papi (melosa) ¿No crees que aquí abajo, una vez olido todo, regado todo, ‘oído’ TODO , va siendo hora de que nos subamos para casa? Ya saldremos luego otro ratito, guapo. A mí, me está llamando la manta y tú , seguro, que te pondrás a ‘largar’ como acostumbras, a costa mía.
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