Por tierras de Navarra (1): Paisajes sin figuras

RECUERDOS DE UN VIAJE HACIA EL PIRINEO NAVARRO

Si de impresiones se trata, es decir, de aquellas cosas que dejan en nosotros una 'huella',hablaré en primer lugar de la 'marca' que ha dejado en mí este paisaje variado que va desde Sangüesala en la Navarra Media y asciende hasta las cumbres pirenaicas. La ruta que va desde el embalse de Yesa hasta la Pierre Saint Martin, siguiendo el valle del Roncal, por el curso del río Belagua.Y allá en el puerto, donde pastan ovejas y caballos asomarse a la sima de la gruta de la Piedra y divisar a la derecha la "Mesa de los tres Reyes" en alusión a la confluencia de los reinos de Aragón, Francia y Navarra.

Me hubiera gustado recoger con mi modesta cámara la variedad que iba desfilando ante mis ojos, desde las alfombras de los trigos recién segados, pasando por las cárcavas, perdiéndonos en un frondoso bosque de robles, fresnos, hayas que formaban como una bóveda de sombra y humedad de un misterioso templo hecho de árboles. Lamento no haber podido recoger aquellas rocas, hendiduras , cuevas, hoces que labrara el agua al hacerse paso.

"Ven y cuéntalo", decía el reclamo publicitario, me gustaría tener unos ojos más penetrantes, que pudieran percibir mejor los colores y un mayor 'conocimiento' para contar todo lo que este paisaje ofrece y guarda. Pero uno es limitado y sólo es capaz de percibir algunos matices y de ellos tiene que alimentarse. Y lo que le 'marca' , o parte de ello es de lo que deja aquí constancia, para su propio recuerdo y para invitar a los que quieran reconstruir esos paisajes a su manera, a que se pierdan un poco por esos bosques, por esos senderos , o los más decididos asciendan sus cumbres o trepen por las paredes de esas montañas, o desciendan hasta la profundidad de su grutas o simas por donde discurre el agua.


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