Cerf volant (La cometa)


El niño y la cometa

El niño se sonreía
­mano inhábil, ojo atento­
y la cometa en el viento
(su corazón) se cernía.

Ave, cometa, de un día
su corazón soñoliento.

Pues el corazón quería
huir ­pero no podía,
pero no sabía­ al viento.

Dámaso Alonso. "Hombre y Dios".

Así le ví esta mañana , ví al eterno volador de sueños, cual cometa deseando volar pero ligada y guiada por la mano de un niño. Se sentía a veces tan inhábil como él, con el ojo atento por si aquel trapecio con aires de libertad lograba despegar del suelo.

A veces las ráfagas favorables del viento le henchían y se elevaba hacia el cielo, por encima de la arena de la playa, por encima de las rocas y se mantenía respirando los aires de libertad, libre, sin sentir apenas la cuerda que empecinadamente, de vez en cuando le atraía de nuevo hasta el suelo. ¿Falta de viento?¿Falta de habilidad? ¿O es que el corazón no podía, no sabía?

Sin embargo no se desanimaba y soñaba el día en que , rotas todas las amarras, volara libre, como un ave, como un pájaro, no como en el "Albatros" de Baudelaire:

"Le Poète est semblable au prince des nuées
Qui hante la tempête et se rit de l'archer ;
Exilé sur le sol au milieu des huées,
Ses ailes de géant l'empêchent de marcher".
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Comentarios

Anónimo ha dicho que…
¿Pasito para atrás?
¿Superado?
¿O qué fue?
Douce ha dicho que…
Los niños, cuando están aprendiendo a izar sus cometas tardan algún tiempo hasta lograr que su 'cerf volant' se mantenga en el aire sobrevolando las rocas, el agua y la arena de la playa.

De vez en cuando un golpe de viento no bien controlado hace que la cometa de con su punta en el suelo. Cada vez se vuelven más hábiles, son menos las caídas y la cometa se mantiene durante más tiempo en el aire...

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