Pensamientos retirados
Hoy siento ganas de empezar esta entrega diciendo aquello de " Querido Diario"... Ya sé que suena algo cursi, adolescente - que sigo siéndolo -, cuando confesábamos nuestros sentimientos a un cuaderno, porque sentíamos que quizá nadie más podía entender aquellas cosas tan 'complicadas' que nos pasaban. Sobre todo si no había un ambiente muy propicio a la verdadera comunicación y a la con-fidencia, o nos faltaba la fe de verdad, no la Otra.
Si hoy siento ganas de dirigirme a tí, 'querida bitácora' es porque siento algún pudor de decir ciertas cosas. Por ejemplo, que muchas de las ideas más 'geniales', quiero decir más 'propias', se me ocurren en un sitio que hoy llamamos cuarto de baño cuando quizá era más apropiado el antiguo nombre de 'retrete' que hacía alusión al lugar retirado donde más 'humanos', más 'desnudos' nos sentimos. Es decir más propiamente nosotros, sin ropajes que cubran nuestras 'vergüenzas' .
Pues en este sitio, al que hemos tratado de darle un nombre aparentemente menos prosaico, es donde me vienen a visitar algunos de los pensamientos o proyectos del día. A veces surgen de alguno de los libros que me acompañan (?). Sí, he dicho bien, me acompañan. Hoy tenía entre mis manos un libro de mi hijo, que no lee precisamente los best sellers. El título: "Perros ahorcados", autor César Simón, ni del autor, ni de sus libros tenía yo noticia. Lo abrí al azar ,- no recuerdo ahora a quién oí decir que debemos saber si una novela (libro) puede ser buena, o al menos interesante, leyendo cualquier página. Si no recuerdo mal, algo así decía últimamente Enrique Gallud...
- El hecho es que abrí el libro por la página 53 y leí:
/.../" el temor de la muerte priva de todo deseo de contar otra cosa que tu problema inmediato. ¿Escribir? Eso es tener gusto por las cosas.Y en estos momentos (ante la espera de un diagnóstico, quizás muy adverso) se tiene ansia de vida, pero ningún deseo de complacerse en sus cosas. Escribir es contemplarse. Aunque sea un Cioran.
Sin un placer profundo, que no tiene por qué ser hedonismo, sino deleite creador serio, no hay literatura."
Esta reflexión me hizo pensar. Me trajo a la memoria la ausencia de ganas de escribir, casi de vivir, que se siente cuando estamos atenazados por problemas que consideras 'absorbentes', no encuentras el aliento interior suficiente para 'recrearte' en otras cosas. No sientes la necesidad de escribir, sólo de ver cómo escapar de esa trampa.
Esto es lo que quería contarte hoy, 'Querido Diario', porque sé que tú escuchas en silencio, y no te extrañas de nada, ni siquiera que las 'ins-piraciones' frecuenten sitios tan insólitos. Te seguiré contando, porque al tal Carlos voy a continuar leyéndolo; ya he averiguado varias cosas de él y creo que va a resultar interesante escucharlo.
Si hoy siento ganas de dirigirme a tí, 'querida bitácora' es porque siento algún pudor de decir ciertas cosas. Por ejemplo, que muchas de las ideas más 'geniales', quiero decir más 'propias', se me ocurren en un sitio que hoy llamamos cuarto de baño cuando quizá era más apropiado el antiguo nombre de 'retrete' que hacía alusión al lugar retirado donde más 'humanos', más 'desnudos' nos sentimos. Es decir más propiamente nosotros, sin ropajes que cubran nuestras 'vergüenzas' .
Pues en este sitio, al que hemos tratado de darle un nombre aparentemente menos prosaico, es donde me vienen a visitar algunos de los pensamientos o proyectos del día. A veces surgen de alguno de los libros que me acompañan (?). Sí, he dicho bien, me acompañan. Hoy tenía entre mis manos un libro de mi hijo, que no lee precisamente los best sellers. El título: "Perros ahorcados", autor César Simón, ni del autor, ni de sus libros tenía yo noticia. Lo abrí al azar ,- no recuerdo ahora a quién oí decir que debemos saber si una novela (libro) puede ser buena, o al menos interesante, leyendo cualquier página. Si no recuerdo mal, algo así decía últimamente Enrique Gallud...
- El hecho es que abrí el libro por la página 53 y leí:
Domingo, 10 de abril 94; 10:03
/.../" el temor de la muerte priva de todo deseo de contar otra cosa que tu problema inmediato. ¿Escribir? Eso es tener gusto por las cosas.Y en estos momentos (ante la espera de un diagnóstico, quizás muy adverso) se tiene ansia de vida, pero ningún deseo de complacerse en sus cosas. Escribir es contemplarse. Aunque sea un Cioran.
Sin un placer profundo, que no tiene por qué ser hedonismo, sino deleite creador serio, no hay literatura."
Esta reflexión me hizo pensar. Me trajo a la memoria la ausencia de ganas de escribir, casi de vivir, que se siente cuando estamos atenazados por problemas que consideras 'absorbentes', no encuentras el aliento interior suficiente para 'recrearte' en otras cosas. No sientes la necesidad de escribir, sólo de ver cómo escapar de esa trampa.
Esto es lo que quería contarte hoy, 'Querido Diario', porque sé que tú escuchas en silencio, y no te extrañas de nada, ni siquiera que las 'ins-piraciones' frecuenten sitios tan insólitos. Te seguiré contando, porque al tal Carlos voy a continuar leyéndolo; ya he averiguado varias cosas de él y creo que va a resultar interesante escucharlo.
Comentarios
No la había visto antes, y ahora me ha dejado "descangallá".
Vamos, ¡ni Dani Pedrosa sería capaz!
Bonsuagggg
Qué frase, gracias.
Por fortuna existe Internet, si no yo seguiría sin conocer la existencia de "Perros ahorcados".
Saludos