Las otras 'realidades'

Image hosting by PhotobucketCuando los pueblos tienen necesidades 'reales'; antes de discutir sobre estatutos, realidades nacionales, trapicheos, juegos de palabras y otras banalidades... Sólo buscan cómo poder subsistir aunque les vaya la vida en el intento.

Quizá no esté de más no apartar la vista para el otro lado. Y en lugar de mirar para Lleida, Manresa o Tarrasa convendría también una visita a Canarias y oír estos testimonios:


1.- De Thiaroye, ¿al cementerio de San Lázaro

Aounne, de 21 años, se despidió de su madre de su casa de Senegal el 8 de marzo,partía rumbo a Canarias, pero su rastro se perdió días después cuando la patera ya avistaba la tierra prometida. Un sueño truncado en el mismo Atlántico que atrae a miles de jóvenes con un lema: "Barça o Barçakh", Barcelona o el infierno. Huyen de un país pobre, corrupto y donde la pesca se acabó. Como cuenta un joven, "se van tantos que nos hemos quedado sin jugadores para la liga".

2.- Un viaje de ida y vuelta y...

Tamsir Ndiaye tiene 37 años.Ha hecho de todo, no terminó el bachillerato, pero habla francés y algo de español. "La pesca hace tiempo que dejó de ser rentable. Hay que comprar licencias. No tenemos sistemas de refrigeración ni de transporte y a veces tenemos que tirar el pescado. Todo lo que aprendimos en alta mar nos sirve sólo para viajar a Canarias.

Se subieron en un cayuco con sus dos primos, junto con otras 78 personas, y ya están de vuelta, preparando de nuevo la travesía suicida. "Nos hemos dado una tregua porque están las cosas feas por allí. Hay más vigilancia. Pero pronto saldremos", comenta.

Vive con 30 familiares en Thiaroye, un pueblecito pesquero a las afueras de Dakar.

3.- Una casa construida a distancia

Suleman, otro de los primos de Tamsir, se fue a principios de año. Él sí llegó. La casa nueva de la explanada del pueblo lo certifica. Un edificio de dos plantas y buena construcción. Está encalada y tiene un torreón. Las ventanas son de madera de buena calidad y están barnizadas. Todo un lujo y una ostentación en la zona. Ése es el mayor efecto llamada.

El de los que, como Suleman, tuvieron éxito en la travesía. "Ahora vive con mi tío, que se fue mucho antes, en Valencia. Llama todas las semanas y cuenta lo bonita que es la vida allí. Y, sobre todo, manda dinero, mucho dinero", comenta Tamsir.
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Fuente : "El País": PATRICIA ORTEGA DOLZ

Comentarios

Enrique Gallud Jardiel ha dicho que…
El "efecto llamada" es infinitesimal ante el "efecto despedida" surgido de las condiciones de esos países.
El eufemismo del año: "resolver el problema de la inmigración ilegal" por "poner más guardial con orden de disparar".

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