Una mañana primaveral



Bordear Mataleñas, ese espacio privilegiado cerca del faro, en una mañana como la de hoy, es un regalo. Ver la bahía, al fondo las montañas con la nieve aún reciente, las pequeñas calas que se preparan ya para recibir a los primeros visitantes, es una invitación al sosiego.

La gente aprovecha de la fortuna que tiene para pasear, jugar al golf, ejercitar sus músculos, jugar al fútbol en la playa... Y Douce aprovecha para retozar entre la hierba.

En esta mañana cálida que sabe ya a primavera.

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