Los jodíos sensibles

REFLEXIÓN PERFECTAMENTE PRESCINDIBLE ( O SEA, QUE PUEDEN SARTÁRSELA SIN QUE NADA IMPORTANTE SUCEDA)

Las personas sensibles suelen ser , nunca me atrevo a afirmarImage hosting by Photobucket nada rotundamente, personas inseguras, excesivamente autocríticas. Necesitan del afecto, del reconocimiento de los demás para sentir que pisan tierra firme y poder apreciarse en lo que valgan.

Cuando hablo de estas cosas, me vienen a la memoria unas palabras de un amigo canadiense que conocí en Friburgo, Suiza. Más o menos decía, cito de memoria, en su francés canadiense: “Je ne permets philosopher sur la vie qu’à ceux qui “sont réussis ». Je ne dis pas ceux qui 'ont réussi' mais ceux qui ‘sont réussis’. Les natures heureuses sont faites pour « vivre », les autres sont nées pour « faire ».

Si he dejado en francés sus palabras es porque es difícil encontrar el equivalente en español de alguna de las expresiones con las que juega: “être réussi” y “réussir”. Lo de “réussir”, tener éxito, triunfar en la vida es fácil verlo, basta echar un vistazo a la tele o leer algunos periódicos para ver a los Botines, a los Gates, a los Polancos, a los PaulAllens o Koplowitzes and so on.... Las personas que “sont réussies » son más difícil de catalogar y no suelen aparecer en ningún ranking, en su mayor parte permanecen en la sombra, son los que se aceptan razonablemente bien, con sus cualidades y sus defectos, no se neurotizan , tienen un concepto suficientemente equilibrado de sí mismos. Ésa es, más o menos, la diferencia que quiere dar a ambos conceptos.

En la segunda parte de su pensamiento afirma que las naturalezas felices están hechas para “vivir”, es decir disfrutar vitalmente de la vida, con las pequeñas cosa cotidianas, sin precisar grandes lujos, disfrutan de la vida: viven. Otros, diríamos los sensibles, están hechos para “hacer”, es decir, escribir, pintar, cantar, subirse a un escenario, crear... Su vida es su “creación”, más o menos “réussie”. Estos seres son un poco su “obra” y viven en buena medida de la aceptación que esta tenga, de la respuesta que recibe cuando la muestra a los demás , además de a sí mismo. Es cierto que hay Vanghoes o Kafkas que mueren sin ni siquiera eso.

¿Qué a qué viene todo esto? Pues pueden fácilmente deducir a qué especie pertenece el que esto escribe. Pueden por tanto imaginar que cualquier parabién, elogio, palabra de aliento, felicitación o sucedáneos, no es que le hagan engreírse , pero sí le ayudan a quererse un poquito mejor o a no ser excesivamente autocrítico, a saber valorar , sin ínfula ninguna, lo bueno que pueda ofrecer y aceptar, sin que sea una catástrofe, cualquier yerro que pueda cometer.

Los que tienen oídos para oír, sé que oyen; los que tienen los ojos en su sitio, creo que ven claramente lo quiero expresar. Porque después de que uno acaba un trabajo es grato saber que de algo sirve.

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