Se hace camino al andar
LA RUTA DEL NORTE
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
A. Machado
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
A. Machado
Con la llegada de la primavera, el suelo de los jardines de Pereda se han llenado de flechas de colores que marcan el destino de los peregrinos que caminan hacia Santiago de Compostela, siguiendo la ruta de la Costa, la ruta del Norte. También indican los caminos que llevan a Santo Toribio, en la Liébana. Una serie de maquetas de iglesias, colegiatas, catedrales, monasterios, reproducen los distintos puntos de destino de los peregrinos. Una excelente idea para poder admirar algunas muestras del arte religioso regional. Las reproducciones abren las ganas de volver a visitarlas y disfrutar de ese sosiego que se siente dentro de estos recintos, cuando uno va en busca de paz. En sus paredes siguen resonando mil cantos y plegarias. Por dentro y por fuera hablan de tiempo, de llantos, de alegría, de duelos, de recogimiento y guardan celosas mil secretos.
El recoger estas fotos ha hecho que el Náufrago haya ‘caminado’ y haya sentido la tentación de echarse a andar, aunque ahora no sería el momento más adecuado. De todos modos, esta peregrinación virtual, este recordar nombres, ‘visitar’ sitios con encanto, le han despertado el ansia de seguir caminando. Ahora ya no caminamos, no vamos de un sitio a otro andando, pisando un terreno que no sea de asfalto. Caminos con árboles, con hierbas, con algún charco, un ritmo que permita ver y oler el paisaje. Ya no caminamos, nos llevan esos cacharros con ruedas, que van siempre deprisa, sin tiempo para que los ojos descansen, y los pulmones se inunden de aire, o que el agua nos empape. Ya no caminamos, viajamos; nos llevan, no nos ‘llevamos’, no volamos, ‘nos vuelan’, si no hay algún volcán cabreado. Siempre con prisas, hemos perdido el gusto de ganar el tiempo andando. Se nos ha olvidado que no hay camino, que hacemos camino al patear, con bordón o sin bordón, pero pisando la tierra, deteniéndonos, charlando, descubriendo nuevos lugares y nuevas gentes.
Aprendimos a andar, a los once, doce, trece meses, sentimos la alegría de mantenernos erectos e ir de un sitio a otro como locos. Andábamos. Ahora se nos ha olvidado hasta saber andar. Simplemente nos ‘trasladamos’ de un sitio a otro, mirando el reloj, sin fijarnos en nada, ni en nadie.
El recoger estas fotos ha hecho que el Náufrago haya ‘caminado’ y haya sentido la tentación de echarse a andar, aunque ahora no sería el momento más adecuado. De todos modos, esta peregrinación virtual, este recordar nombres, ‘visitar’ sitios con encanto, le han despertado el ansia de seguir caminando. Ahora ya no caminamos, no vamos de un sitio a otro andando, pisando un terreno que no sea de asfalto. Caminos con árboles, con hierbas, con algún charco, un ritmo que permita ver y oler el paisaje. Ya no caminamos, nos llevan esos cacharros con ruedas, que van siempre deprisa, sin tiempo para que los ojos descansen, y los pulmones se inunden de aire, o que el agua nos empape. Ya no caminamos, viajamos; nos llevan, no nos ‘llevamos’, no volamos, ‘nos vuelan’, si no hay algún volcán cabreado. Siempre con prisas, hemos perdido el gusto de ganar el tiempo andando. Se nos ha olvidado que no hay camino, que hacemos camino al patear, con bordón o sin bordón, pero pisando la tierra, deteniéndonos, charlando, descubriendo nuevos lugares y nuevas gentes.
Aprendimos a andar, a los once, doce, trece meses, sentimos la alegría de mantenernos erectos e ir de un sitio a otro como locos. Andábamos. Ahora se nos ha olvidado hasta saber andar. Simplemente nos ‘trasladamos’ de un sitio a otro, mirando el reloj, sin fijarnos en nada, ni en nadie.
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Comentarios
Felices sueños, caminante.
y, al volver la vista atrás,
se ve la senda que
Nunca se ha de volver a pisar.
Caminante, son tus huellas el camino...
...... Y Nada Más"
Como habrás observado, el Náufrago a veces 'generaliza', para subrayar algún aspecto que él cree percibir en este mundo del 'desarrollo', de la técnica, de la prisa, del llamado 'progreso'.
Otras, lo que escribe es una 'advertencia' que se hace a sí mismo, para que abra los ojos y ahora, que le han etiquetado oficialmente como perteneceiente a 'la clase pasiva', no se deje contagiar por las etiquetas.
Por supuesto que hay , no sé si mucha o poca gente, que sigue 'caminando', que procura mantener los ojos abiertos, que va o viene donde quiere o a donde le exige su carácter de 'activo' y procura 'ir' él, que no le traigan y le lleven otros, o los simples quehaceres.
- "Joder, ¡qué rollo!" (Esto lo digo yo, Douce )
Es cierto. Vivimos sin disfrutar muchas sencillas experiencias de la vida...apenas las percibimos y están ahí...aparecen en cualquier momento...sólo hay que detenerse, mirar, sentir el sol que sale entre las nubes...
¡Menudo rollo!
;)
Esperemos que podamos llevarlo a cabo.
Mientras tanto disfruto de tus presentaciones.
Beso,