En 'La casa del Indiano'

DE LAS INDIAS HA VENIDO UN BARCO...

En el patear de la calle de esta mañana, el Náufrago desembarcó en el antiguo Mercado del Este, un edificio de principios del siglo XIX , transformado ahora en galería comercial. Según cuentan las crónicas municipales: “En 1839, ante la necesidad de ordenar y sanear los lugares de comercio de perecederos, se redacta un ambicioso plan municipal de mercados. El alcalde López Dóriga, encarga a don Antonio de Zabaleta el proyecto y la supervisión del citado plan”.

El Náufrago iba en busca de información a la Oficina de Turismo que allí tiene instalada el Gobierno regional, pero una vez más se sintió en un ámbito de sosiego y sabor propio. Hoy, el antiguo mercado, está lleno de pequeñas tiendas de arte, de vinos, de moda, de panaderías y otros locales. En el centro ocupa un lugar principal un bar, restaurante, cafetería, lugar ideal para tomar un buen vino y excelentes ‘tapas’ y raciones. El local, que ocupa una buena parte del ‘mercado’, tiene el nombre “La casa del Indiano”, y conserva el sabor de aquellos siglos en que los ‘indianos’, es decir los españoles emigraban a las ‘Indias’. De aquí partían centenares de emigrantes, a veces jóvenes entre 13 y 17 años y otros mayores, que embarcaban en el puerto para ir a ‘hacer las américas’ : Cuba, México, Argentina, Chile, Perú… eran los países más frecuentes como destino. Pero no es el momento de detenernos en esa interesantísima y aleccionadora historia con diferentes suertes para aquellos que se vieron obligados a dejar su tierra, para ganarse la vida.

Si al Náufrago le gusta este lugar es porque aún sigue oliendo a aventura, a Trasatlántica, a nostalgia y esperanzas, a veces fallidas. Siente un ambiente especial en que el vaso de vino o la caña tienen otro sabor añadido

Comentarios

Campurriana ha dicho que…
Muy interesantes tus últimos paseos, Náufrago. Vuelvo a repetir:¡cuánto nos enseña la calle!
:)
Douce ha dicho que…
Campu

La calle, es una parte del 'Teatro del Mundo'. Lo demás, ocurre entre bamabalinas, en los pasillos, en los camerinos... Y a esa es otra 'Obra', no tenemos acceso.

Pero el escenario está en la calle. Lo que ocurre es que a menudo nuestros 'deberes', nuestra precipitación, nuestra ceguera, nuestra falta de interés por la 'Obra', no nos atrae.

Que el domingo sirva para poder 'actuar' bien, durante la semana.
Sylvia Otero ha dicho que…
Hola!

Conocí algunas casas de indianos en Galicia. Hasta poco tiempo de viajar allí no sabía quienes eran los indianos.

Mis abuelos no llegaron a serlo pues no volvieron a España. Me imagino como deben de haberse sentido, porque no creo que haya sido porque no hayan querido.

Después de leerte reconozco que tengo que caminar más por las calles para ir viendo "la obra" directamente.

Un uruguayo bastante conocido, Eduardo Galeano, es un gran caminador de calles montevideanas.

Feliz domingo!
Douce ha dicho que…
Hola, Sylvia

Esta historia de personas que deben abandonar su país para ir a 'buscarse' la vida no deja de ser entrañable,penosa,admirable. Durante varios años, ha habido en España oleadas de gente que tuvo que emigrar. Primero fueron los países de América, en lo años 60, los emigrantes tuvieron que coger sus maletas y distrbuirse por distintos países europeos: Francia, Alemania, Holanda, Suiza.

Durante dos años conviví con ellos y sé en qué condiciones vivían. Yo también durante los veranos, fui un 'emigrante especial', pero sé lo que supone. No es que fuera duro mi trabajo en un restaurante, además sabía que podía dejarlo en cuanto quisiera y volver a casa.

Tú conoces bien esas historias.

Bon dimanche!

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