Las ‘cosas propias de la edad’

LA INSOLENCIA DE LLAMARSE RICARDO G. J.

Era un lunes, 12 de abril del año de gracia de 2010. Ricardo S.F. Secretario y profesor de Educación Física de Instituto, paseaba por las calles de una villa del norte. ¿Un simple paseo? ¿Volvía para su casa? Poco importa. Al llegar a la altura de una pista deportiva al aire libre, un grupo de diez mozalbetes entre los 12 y los 19 años, al parecer, pasaban la tarde en el espacio deportivo, unos jugaban al fútbol y otros tres o cuatro observaban la destreza del resto de la panda o grupo. Alguno de ellos vio al paseante profesor y secretario, advirtió a los futbolistas de su paso, y, a coro, empezaron a lanzarle una serie de piropos. No era la primera vez que el susodicho coro, panda o jauría, había abierto sus fauces para exhibir lo mejor de su repertorio contra el profesor.

Esta vez el ‘homenajeado’, detuvo su marcha y dirigiéndose a la jauría, les agradeció sus loas, al tiempo que les anunciaba que daría cuenta de tantos agasajos. Se dio la vuelta, cogió su móvil para avisar a la Benemérita de tanto homenaje inmerecido. Fue entonces cuando el jefe de la manada, se supone, se lanzó a la víctima, le cogió con sus garras una pierna que dio con toda la Secretaría en el suelo. A continuación el resto de la reata siguió al jefe y comenzaron a darle patadas en la cabeza y en todo el cuerpo. Una vez saciada la descarga de adrenalina, de frustración, de deseo de venganza de su propia miseria, el profesor quedó abandonado en el suelo. Afortunadamente para el atacado, acertó a pasar por allí una automovilista que lo subió a su coche y le llevó al hospital más cercano. Allí le cosieron con ocho puntos su oreja destrozada y trataron de curar los hematomas de la cara, los golpes en la cadera y las lesiones de las costillas que le dificultaban la respiración.

Al día siguiente la Benemérita , apoyada en los detalles del profesor linchado, detuvo al joven de 19 años J.R.S., hermano de uno los alumnos del centro, que se encontraba en el grupo, junto a otros menores, uno de ellos expulsado del instituto por unos días y que aún no ha vuelto por el instituto. Según testimonio de la madre del susodicho: “sé que mi hijo no es un santo, pero siempre se le culpa de todo los que pasa”, afirma la madre del ‘angelito’.

Resultados: Al (supuesto) ‘jefe de la banda’ le tomó declaración el juzgado nº 6 que era el que estaba de ‘guardia’ el día de los ‘hechos (?) El juez tras escuchar el testimonio decidió dejarlo en libertad con la obligación de que se pasara cada quince días a ‘saludar’ al jefe del juzgado de instrucción nº5 que es el encargado de llevar el caso.

La respetable Alcaldesa de la villa, en sus declaraciones a la prensa prometió ‘tomar medidas’, sin embargo, niega la existencia de banda alguna, simplemente “se trata de un grupo de jóvenes ‘afines’ cuyas actuaciones degeneran en este tipo de ‘actos” y añade: “estos jóvenes están tomando un camino que no es el mejor” (¡¡ Qué agudeza!!) Y pone la rúbrica: “es algo propio de la edad”. Amén.

Así que ya lo saben: sean comprensivos. Nuestros hijos ‘no son santos, les culpan de todo’, ‘tienen ‘gustos’ afines’ y a veces se les va un poco la mano, pero ‘son cosas propias de la edad’. Sean comprensivos. El profesor, que ayer dio la cara ante los medios, puede dar ‘fe’ de ello. Seguimos progresando.

Comentarios

Campurriana ha dicho que…
“Es algo propio de la edad”...

En fin. A veces pienso que tenemos lo que nos merecemos.
Douce ha dicho que…
Pues claro, Campu, no lo dudes

Nada surge de la Nada,por muchos Big Bang que haya, como nada nos cae graciosamente desde el cielo. Lo que tenemos, nos lo ganamos a pulso. No existe el azar. No hay excusas que valgan. Tenemos lo que creamos. (Salvo error u omisión)
Campurriana ha dicho que…
Eso. Salvo error u omisión.

Entradas populares