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...el OMBLIGO.

Ahora que el Náufrago, ha vuelto a coger entre sus manos la prensa local, comprueba que esta España nuestra es cada vez más Ex-paña y más ‘taifas’. Los ‘nacionalismos’ locales no quieren ser menos que los ‘grandes’ y exigen que sus símbolos ondeen en los edificios públicos, su ‘parla’ se enseñe en las escuelas, sus terruños se ‘nacionalicen’, con sus banderas y sus signos . Se nos llena la boca con Europa y volvemos al terruño, al equipo de fútbol, a la flauta y el rabel. Y no es que el Náufrago tenga nada contra las identidades locales, lo que no comprende demasiado bien, es que cerremos el camino hacia el futuro y pretendamos volver a mirarnos el ombligo, cuando hay tanto Mundo que descubrir, donde aprender, gente con quien saber convivir, con otros credos, otras lenguas, otras costumbres que pudieran enriquecernos y hacernos sentir hombres de(l) Mundo, sin renunciar por ello a nuestras raíces. Los nacionalismos que nos hacen creer que nadie como nosotros, un interminable ‘qué hay de lo nuestro’, que como lo nuestro no hay nada, nos empequeñecen, nos paletizan y nos señalan el camino del ‘regreso’.

- Hoy leía en el periódico local una queja del presidente de la Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC) porque : “ni el edificio de Hacienda, ni el del INSS (Instituto Nacional de la Seguridad Social), ni la oficina de Correos de Potes, tienen aún la enseña cántabra. Una situación que es, a su juicio, «una absoluta desvergüenza y una falta de respeto a los símbolos de Cantabria». Colsa, advirtió que «ya está bien de ninguneo y de humillaciones» y que «sí es necesario se acudirá a los tribunales».

Dentro de poco, cada barrio exigirá sus símbolos, cada edificio su bandera, cada casa una frontera… y en cada casa un OMBLIGO