Pensamientos primaverales
INSULTANTE PRIMAVERA
Ocurre a veces, que la Naturaleza se nos aparece de repente, insultantemente bella. Necesitaríamos sentirnos igual de luminosos, con ese rostro de felicidad que surge después de un largo letargo que hubiéramos creído eterno, si no tuviéramos la experiencia de que todos los años, puntual, nos guarda esa sorpresa.
A veces, incrédulos, pensamos que es eterno nuestro invierno, desesperamos de ver la luz, de aparecer también un poco más luminosos, que de pronto, surgiéramos de nuestro prolongado sueño.
Ahí está, insultándonos, insuperadamente blanca, desafiantemente alegre, como si nos invitara a unirnos a su alegría y a su canto. Y nosotros, tozudamente testarudos, nos resistiéramos a dejarnos llevar de su mano. Si no, tan exuberantemente vivos, al menos fuéramos personajes sentados en un banco dejándonos penetrar por tanta luz, tanta belleza. A veces nos hace daño tanta vida.
Eso ocurrió ayer, martes y trece, cuando alguien, saliendo de un subterráneo le cegó aquella luz y aquel fogonazo de blancura. Se
sentía torpe, incapaz de soportar tanta hermosura.
Ocurrió en una ciudad del norte, con mar, una mañana de abril , a eso de la una.
Ocurre a veces, que la Naturaleza se nos aparece de repente, insultantemente bella. Necesitaríamos sentirnos igual de luminosos, con ese rostro de felicidad que surge después de un largo letargo que hubiéramos creído eterno, si no tuviéramos la experiencia de que todos los años, puntual, nos guarda esa sorpresa.A veces, incrédulos, pensamos que es eterno nuestro invierno, desesperamos de ver la luz, de aparecer también un poco más luminosos, que de pronto, surgiéramos de nuestro prolongado sueño.
Ahí está, insultándonos, insuperadamente blanca, desafiantemente alegre, como si nos invitara a unirnos a su alegría y a su canto. Y nosotros, tozudamente testarudos, nos resistiéramos a dejarnos llevar de su mano. Si no, tan exuberantemente vivos, al menos fuéramos personajes sentados en un banco dejándonos penetrar por tanta luz, tanta belleza. A veces nos hace daño tanta vida.
Eso ocurrió ayer, martes y trece, cuando alguien, saliendo de un subterráneo le cegó aquella luz y aquel fogonazo de blancura. Se
sentía torpe, incapaz de soportar tanta hermosura.
Ocurrió en una ciudad del norte, con mar, una mañana de abril , a eso de la una.
Comentarios
¡Bienvenida primavera!
Abrazos de
Ro
Trata de hacerlo, pero no llega a 'definir', algo que interiormente es 'in-definido'. Y 'definir' es acotar, marcar límites. Y no siempre es fácil 'definir las emociones'
Sólo fue un intento de acercar 'la primavera exterior', con un no se sabe si invierno u otoño interior.
Eso es lo que trató un Náufrago, sin demasiado éxito. No obstante ahí queda esa belleza blanca y viva, dispuesta a iluminarnos.
Gracias Ro, por tus deseos. Igualmente: "Feliz prima_vera'