Carta a Melchor, Gaspar y Baltasar
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En primer lugar, agradecerles que se hayan tomado la molestia de salir de sus países, con la que está cayendo por allí. Espero que ni los chicos de Bush ni los de Been Laden, les hayan puesto muchas pegas para cargar sus camellos, y que en las fronteras, aduanas o aeropuertos no les hayan hecho pasar por los detectores de metales, con lo cargados que ustedes vienen. A lo mejor los han registrado de los pies a la cabeza, porque por estas tierras estamos muy sensibilizados , con cualquier paquete, me refiero a los de los regalos, y es que cualquier bulto sospechoso nos pone de los nervios. Más, viniendo de dónde ustedes vienen.
Bueno, pues eso, que me alegra mucho que hayan llegado bien, porque les veo desfilar por todas las calles y avenidas de nuestras ciudades, y los encuentro a ustedes tan jóvenes como siempre. Ya me dirán qué pócima mágica se meten, para que los años no pasen por ustedes, ¡porque hay que ver, desde qué nos conocemos, y qué bien se conservan !
En realidad, el motivo de la presente, aunque no crea mucho en reyes, pero como me caen más simpáticos que ese señor gordo del saco, que , con perdón, debían darle por él..., el motivo, digo, es para agradecerles que me hayan traído los gramitos de sosiego que estaba necesitando. Han sido ustedes muy amables anticipándose a mis deseos. Esta noche no se molesten en pasar por mi habitación, porque a lo mejor me cogen despierto, leyendo o escuchando la radio, y se j... fastidiaría el invento.
Le reitero mis más sinceras gracias, Majestades, y feliz regreso a casa. Y por favor, digan a esos muchachos de los Kalashnicoff, de los misiles, y demás juguetes que por favor, se apunten a sus partes y se dediquen de una ... vez, a otros juegos.
Suyo afectísimo etc...
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