El anticuario que buscaba su YO

He aquí una historia que pretende ser verídica...

“-¡Ozú!, exclamó resoplando, aquel anticuario que trataba de poner orden en su desordenada tienda de antigüedades, ¡Cuánto cuesta ser uno mismo, cuando nunca se ha sido uno mismo del todo! Pero, siempre hay tiempo para tratar de intentarlo...”

Y se puso a quitar “yoes” de encima, de hace no sé cuántos años. Y se decía, “éste tiene algo de yo, pero no soy Yo”. “Tú tampoco eres yo, tienes pinta de impostor, de impostor, o ¿de “impuesto”? “Y tú, ¿qué haces aquí, con esa cara de “tengoque”, “debode”... ¿A ti ,quién coño te mandó eso?”

Y no paraba de probarse trajes, y quitarse “yoes” de encima. Se reconocía, pero parcialmente, en cada uno de ellos, los miraba y se decía: “no ése tampoco soy Yo del todo”. Y seguía revolviendo en aquel baúl tan hondo, tratando de encontrarse a sí mismo. ¿Acabaría encontrándose?

Cuando termine de leer la historia, si tengo tiempo y ganas, se la cuento.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Pues creo que nos encantaría que tuvieras tiempo y ganas. Al menos a mí me ha picado mucho la curiosidad, ¿por qué será?

Entradas populares