Douce y los "blogs"

Also spracht Zaratustra...” (Entonces habló Douce...)

( Este papá mío, está algo pirado,¡ qué tendré yo que ver con Zaratustra, Zoroastro o como se llame ese señor tan raro!)

Bueno, aquí me tienen ustedes, como Umbral: “ ¿Y cuándo hablamos de mi blog?”. Porque yo quiero tener mi blog como todo quisque. Hoy día, parece ser , que quien no tiene un blog , es un donnadie. Bueno, dejemos eso ahora, que mientras mi papá me deje hurgar en el suyo, podré comunicarme con ustedes. Voy a lo mío.

Alguna mañanas, cuando se despierta mi papá y siente ganas de escribir sus tonterías, yo aprovecho y me acerco a él para que me haga mis masajes matutinos. Hoy al despertar , mientras me acariciaba, me preguntó:

- “ Oye, Douce, ¿tú qué opinas de los blogs ? » Abrí los ojos como sendos platos
- ¿Que qué opino de qué?
- De los blogs, de esa especie de diarios, panfletos, o boletines con servicios varios...

Bueno, a la segunda entendí a qué se refería, porque le he visto estos días leer, investigar sobre ese asunto. Así que le contesté lo primero que se me ocurrió.

- "Pues mira, le dije, para empezar, no me gusta nada ese palabrajo. Me fastidia, por no emplear otro palabro a estas horas tan tempranas, ese nombre. Me “eso”, que estos americanos , anglosajones o como demonio se llamen , nos impongan su léxico, además de las hamburguesas, las cocacolas, sus papanoeles... y hasta sus “perritos calientes”, ¡qué manda 'güebs'! Yo si quiero un “hot-dogs” de ésos, ya sé dónde encontrarlos.

Pero bueno, ya que me lo preguntas, te diré que los blogs esos, las bitácoras ( que me gusta más), o cuadernos de bordo, para mí son una manera de comunicarse, de poder contar lo que le pasa a uno por la cabeza , por el corazón, o por otras partes muy humanas o perrunas.Es decir, me parece una forma de vaciar de vez en cuando lo que llevas dentro, cosas buenas , malas y regulares. Yo , como perrita, tengo muchas ideas, siento muchas emociones, que me gustaría manifestar de otra manera, además de mover el rabo, dar saltos, empinar o bajar las orejas, revolcarme, ladrar, aullar de impaciencia ,de melancolía o de contento. Además de esas cosas, que me parecen las más importantes, también me gustaría contármelas a mi misma , a cualquier posible lector anónimo, por si se reconociera en lo que expreso, o a las personas que quiero.

Contarlo, echarlo fuera, me ayuda a poner orden en mis sentimientos y mis ideas. Contarlo, con la libertad que da contárselo a ese “diario”, o blog, como tú lo llamas, so pedante, como si fuera el único destinatario, pero al mismo tiempo con el secreto deseo de que alguien especial pueda leerlo . Porque hablar, escribir, comunicar, implica al menos dos.”

Así de solemne se lo dije, que yo soy muy así, cuando me pongo. Además le aclaré que no estaba descubriendo el mediterráneo, que eso de los blogs, o como coño se llamen, es más viejo que la pana. Desde siempre las personas sensibles o no tan sensibles, los que tienen alguna dificultad por timidez u otras razones para expresarse, han echado mano de este medio para decir lo que sienten. Le cuentan a su “diario”, sus sueños, sus decepciones, sus deseos, sus malos rollos... Y le expliqué, porque ponía un gesto así como de medio guasa, que no era sólo un fenómeno de adolescente, que todo el mundo, por muy madurito que se considere, “adolece” de algo o por alguien. Y le añadí, para que no se las diera del que está de vuelta de todo, (en primer lugar, habría que saber hasta dónde ha llegado él), que además de los que “adolecen, penan o mueren”, ha habido señores muy importantes, científicos, escritores, políticos, emperadores, que han escrito sus diarios... Para que se enterara de que había otros diarios, aparte del de Ana Frank.

Luego, para que viera que sé de qué va el tema, como le he visto a él leer, investigar sobre el asunto, y yo he echado una ojeada a sus papeles, le dije que además hay todo tipo de blogs, o como demonio quiera llamarlos. Sé que es un fenómeno, natural por otra parte, que Internet, dado su carácter de gran comunicador de masas, no ha hecho más que ampliar, favorecer, difundir, en miles de versiones. Hay tantos bichos de éstos como gustos, rarezas, desviaciones, necesidades, aficiones puede haber en este mundo. Políticos, periodistas, escritores, amas de casa, negociantes, religiosos, fanáticos, artistas, poetas... “perritas, ¿por qué no?”, colé yo, por si colaba, que tienen su 'bitácora', ¡ignorante!. Y le dejé a él que terminara la lista.

Podía seguir más , pero como los “lectores” de Internet no tienen mucho tiempo para leer largos discursos, le recomendé que leyera a algunos de los expertos en la materia. Le dirían que si quiere que le lean, primero tiene que tener “algo” que decir, saber bien a quién se dirige, ser auténtico, hablar de lo que siente de verdad, no repetirse, ni ser pesado, no morderse la lengua, y llamar a las cosas por su nombre.

Y aquí les dejo. “¡Quiero tener mi bloggggggg!”

DOUCE

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