Propósitos 2006: “Seré egoísta”

No suelo hacer propósitos porque luego acaban no cumpliéndose y generan más frustración. Pero sí diré que he decidido ser egoísta. “¿Más?”, me dirás. “ Más no, mejor”. Creo que es una mentira decir que no somos egoístas, cuando es nuestra primera obligación. La primera sugerencia que tengo prevista para cuando sea el dios de un mundo nuevo será: “ámate a ti mismo con todas tus fuerzas”. Si no nos queremos a nosotros mismos nos resultará muy difícil entregarnos a los demás, o lo haremos para que nos “acepten”, para que nos protejan de nuestras inseguridades. Incluso las viejas religiones destacan entre sus preceptos principales “ ama a tu prójimo , como a ti mismo”, porque saben que hay que aproximarse al ideal del amor, aprender a aceptarse con todas las consecuencias, sin complejos, o con los menos posibles, internamente sanos.

Se puede ser egocéntrico y no ser ególatra. Es bueno ser egocéntrico, para señalar nuestro centro , marcar los propios límites y respetar los de los demás. Ser ególatra sería pretender ser también el centro de los demás. Ser egoísta es también la mejor forma de ser altruista, porque al donar/nos, recibiremos la doble satisfacción de dar y recibir. Dicen que los hawaianos reducen al mismo vocablo lo que nostros queremos expresar o aceptar cuando empleamos la palabra “gracias”. Majal.../ Majal . Es decir: “te agradezco que me hayas ayudado” / “Te agradezco que me hayas dejado ayudarte”.. Pienso que es más exacto que decir "de nada", "no se merecen",o "no me lo agradezcas"...que me parecen más hipócritas.

Así que ya ves, este año voy a tratar de ser un mejor egoísta.

Y no creo que esté diciendo nada nuevo, hay mucha gente experta en la materia, que bajo distintos títulos, han hablado sobre el tema y , sobre todo, han tratado de enseñar a mucha gente la manera de ser auténticos egoístas. No voy a citar aquí una cuatro o cinco nombres con los que he "conversando" últimamemente, porque no es éste el lugar de mencionarlos, aunque podría recomendarlos. De todos modos ocurre que hay personas que tienen la suerte de no necesitar leerlos porque ya saben serlo. A otros, por distintas circunstancias, nos resulta más difícil aprenderlo, pero nunca es tarde.