El filo de las horas

Son casi las 10 de la noche...
Estoy algo cansado
Repaso mi día: 7 de la mañana, leyendo y anotando
“Escribir es vivir”, JL. Sampedro,
¿Vivir también es escribir?, ¿ la necesidad de “escribirnos”?
¿Escribir es una forma de vivir? ¿Es fabricarse una vida con las palabras?
¿Es hacer que las palabras vivan? ¿Y vivir con ellas, para ellas?
Escribe JLS: “ El mundo de mi infancia , sigue siendo mi mundo, Afortunadamente no quiero ser otra cosa. Todo lo demás son aditamentos, colgajos que la vida me ha puesto encima , son pájaros que se posan en las ramas del árbol que soy...”
¿Sigo siendo yo, el niño que fui, el niño que no he dejado nunca de ser?

Son ya las 10 y sigo repasando un día denso.
Un día en que he visto curadores de almas sin alma. Ajenos, muy lejanos.
He saboreado el olor, la policromía , el abigarramiento y la vida del mercado
He olido quesos de hierba y pasto, hojaldres, he olido el sabor del vino,
He saboreado el olor del pan...
Y hemos charlado, bromeado, sonreído, discutido, escuchado, criticado...
Mezclados, entre palabras, risas, brindis, cometarios, amistad, cercanías
Eran las casi las cinco y seguíamos creando las Palabras
Palabras Mayores, sin reparos. Sin reparo. Blogeando.

Dieron las 7 y media, y cantamos. Leo Delibes “Les filles de Cádiz”...
« Dites-moi, voisin,
Si j'ai bonne mine,
Et si ma basquine
Va bien, ce matin,
Vous me trouvez la taille fine?…
Ah! ah!
Les filles de Cadix aiment assez cela! »


Son casi las 8. Estoy cansado. Ha sido intenso el día y charlo.
Lleno de emociones distintas.
Y vuelvo a casa. Y aún sigo oliendo a quesos, a pan de hogaza, y a vino, y a rosas amigas.

Ya son las 10 y un cuarto, y termino.
Gra ta men te fati ga do.

Comentarios

Entradas populares