La ‘Dama’ entre camelias
DOUCE EN EL JARDÍN
Bajo al jardín. Mis patas hacen ‘¡plás!’, ‘¡plás!’, cuando piso las hojas arrugadas y secas que ha sembrado el otoño. Me enredo entre las hortensias que muestran los muñones de la poda, siento la nostalgia agridulce otoñal y me distraigo contemplando las camelias. En ellas leo la renovación de la vida, en sus tersas hojas que brillan. Ni me llamo Margarita, ni me apellido Gautier, soy tan sólo una perrita que me gusta pasear y correr. Me gusta mirar las finas hojas del tejo que agujerean el aire y los apretados capullos de las camelias, recios, plenos de vida, que pugnan por abrirse paso y desplegarse. Los observo y disfruto de la vida embrionaria que cubren sus pétalos.
Pienso que el otoño también nos habla de otra vida que despierta, mientras la otra duerme, paciente. Hay vida nueva que nos indica que no todo muere, sólo es un sueño que iverna pensando en primaveras.
Después del paseo, vuelvo a casa. Busco un rincón donde el sol me haga un lecho. Yo también sueño en mi Armand Duval, aunque no me llame Margarita, ni me apellide Gautier. Yo tan sólo, me llamo Douce, que no es poco. Una perrita perdida entre camelias.
By DOUCE
Bajo al jardín. Mis patas hacen ‘¡plás!’, ‘¡plás!’, cuando piso las hojas arrugadas y secas que ha sembrado el otoño. Me enredo entre las hortensias que muestran los muñones de la poda, siento la nostalgia agridulce otoñal y me distraigo contemplando las camelias. En ellas leo la renovación de la vida, en sus tersas hojas que brillan. Ni me llamo Margarita, ni me apellido Gautier, soy tan sólo una perrita que me gusta pasear y correr. Me gusta mirar las finas hojas del tejo que agujerean el aire y los apretados capullos de las camelias, recios, plenos de vida, que pugnan por abrirse paso y desplegarse. Los observo y disfruto de la vida embrionaria que cubren sus pétalos.Pienso que el otoño también nos habla de otra vida que despierta, mientras la otra duerme, paciente. Hay vida nueva que nos indica que no todo muere, sólo es un sueño que iverna pensando en primaveras.
Después del paseo, vuelvo a casa. Busco un rincón donde el sol me haga un lecho. Yo también sueño en mi Armand Duval, aunque no me llame Margarita, ni me apellide Gautier. Yo tan sólo, me llamo Douce, que no es poco. Una perrita perdida entre camelias.
Comentarios
Me gusta mucho que disfrutes del jardín!!
Besos,
Se me cae la baba con el piropo:-)
Sé que salgo 'resultona', pero me gusta que, de vez en cuando, me lo digan.
Un guauuu cariñoso.