Palabras para Julia
PALABRAS A MÍ MISMO
Aunque no lo digan, aunque se lo callen, aunque finjan y digan: “escribo porque me gusta”, muchos y muchas de los que han abierto un blog, lo han hecho para no sentirse demasiado solos. Quieren colmar un hueco que no se atreven a reconocer. Se hablan a sí mismos, escriben en voz alta, porque sus pensamientos son mudos, si no les dotan del cuerpo de las palabras.
Llega un momento, el Náufrago ha sido testigo de varios de ellos, en que llega un día de desánimo y se preguntan: ¿Para qué escribo? ¿Para quién escribo? ¿Alguien, salvo yo, me escucha? ¿Vale la pena seguir escribiendo? ¿A quién le pueden interesar estas gansadas, que ni siquiera descubren nada interesante, algo nuevo, algo que sirva a alguien?
Y van y cierran, o dan señales de cansancio. Quizá el otoño, este otoño que ha amanecido violento, ceñudo y desabrido, contribuya a estos desalientos que con un poco de calma podrían apaciguarse. Lo que tiene esta travesía, sin brújula, a ciegas, es que el timonel no sabe por qué mares navega, en qué puertos reposta, adónde llega su mensaje.
El Náufrago, alguna vez, ha sentido también esa tentación, pero es consciente de qué es más fuerte la necesidad de bogar que varar el barco. Siempre que le ha ocurrido algo similar al desaliento. se ha acordado de las palabras de José Agustín Goytisolo, a su hija Julia.
Aunque no lo digan, aunque se lo callen, aunque finjan y digan: “escribo porque me gusta”, muchos y muchas de los que han abierto un blog, lo han hecho para no sentirse demasiado solos. Quieren colmar un hueco que no se atreven a reconocer. Se hablan a sí mismos, escriben en voz alta, porque sus pensamientos son mudos, si no les dotan del cuerpo de las palabras.Llega un momento, el Náufrago ha sido testigo de varios de ellos, en que llega un día de desánimo y se preguntan: ¿Para qué escribo? ¿Para quién escribo? ¿Alguien, salvo yo, me escucha? ¿Vale la pena seguir escribiendo? ¿A quién le pueden interesar estas gansadas, que ni siquiera descubren nada interesante, algo nuevo, algo que sirva a alguien?
Y van y cierran, o dan señales de cansancio. Quizá el otoño, este otoño que ha amanecido violento, ceñudo y desabrido, contribuya a estos desalientos que con un poco de calma podrían apaciguarse. Lo que tiene esta travesía, sin brújula, a ciegas, es que el timonel no sabe por qué mares navega, en qué puertos reposta, adónde llega su mensaje.
El Náufrago, alguna vez, ha sentido también esa tentación, pero es consciente de qué es más fuerte la necesidad de bogar que varar el barco. Siempre que le ha ocurrido algo similar al desaliento. se ha acordado de las palabras de José Agustín Goytisolo, a su hija Julia.
"Tú no puedes volver atrásAunque nadie leyere, vale la pena que te hables,
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable..."
Comentarios
No escribís gansadas. Yo siempre leo tus posts, aunque a veces no haga comentarios.
Los que se animan a escribir, tal vez lo hagan porque se sienten solos, pero lo cierto es que acompañan y enseñan cosas a otros que, sintiéndonos solos a veces, a lo único que atinamos es a leer y comentar lo que escriben nuestros amigos.
Besos,
Sí, quizá la palabra 'gansada', sea una exageración. Hay reflexiones o anécdotas que pueden servir también a otros. También hay algunas que no lo valen tanto.
Por su parte, las respuestas - no es necesario que cada entrada necesite una - es una señal de que en alguna parte, alguien lo lee y puede servirle de algo.
Gracias y besos
Cuando uno no se ve capaz de expresar todo lo que realmente lleva dentro, porque le falta capacidad, le ataca la duda de si vale la pena seguir intentándolo. Pero si, ni que solo fuese para uno mismo, vale la pena la pelea por superarse.
Creo que estos vientos otoñales, que debieran barrer las nieblas, tan solo embotan el pensamiento.
Gracias por la banda sonora, es esta una de mis canciones de cabecera.
Buenas noches.
Esta botella, en principio, iba a dirigida a mí.Alguna vez me he hecho esas preguntas que has leído en la entrada: ¿Por qué..? ¿Para quién? etc... Pero si te soy sincero me lo sugirió alguna entrada que leí ayer en tu blog.
No pretendo darte ningún consejo. No acostumbro a aconsejar a nadie. Pero por si te sirve de algo, te diré que por lo que te he leído, sabes expresar con el corazón lo que sientes y los que leen tu blog así saben apreciarlo. Tienes una manera directa y sencilla de dirigirte a la gente. Es suficiente que lo que expresas te sirva para ti mismo, que no es poco.Lo demás,vendrá por añadidura.
Es cierto, que también los otoños hacen sus estragos.
Sólo puedo decirte, que llegas a la gente.
Un abrazo y bona nit
Todas las canciones de ese concierto fueron las canciones de cuna de mi hija.
Bicos
Supongo que tu niña dormiría muy bien oyendo aquello de :
“Érase una vez
Un lobito bueno
Al que maltrataban
Todos los corderos.
Y había también,
Un príncipe malo,
Una bruja hermosa
Y un pirata honrado.
Todas estas cosas,
Había una vez,
Cuando yo soñaba
Un mundo al revés.
Paco Ibáñez, a través de las letras escogidas para sus canciones, fue durante aquellos años muy leído y oído entre los alumnos que estudiaban español en los 'lycées' franceses.
Recuerdo que el primer álbum que compré de él, fue en Andorra, Por entonces no se había publicado todavía en España. ¡Qué tiempos!
Bicos
¡Qué tiempos!
Bicos