Recuerdos austeros

EL COCIDO

Eran tiempos lejanos, tiempos de racionamiento, de frío, braseros, badiles y sabañones. Tiempos recios, austeros, oscuros. Lejanos, pero muy cerca. Pero muy dentro. Tiempos que calaron profundo y aún quedan ahí, en un rincón del ánimo, donde se acurrucan emociones lejanas. No había restaurantes, donde la gente sencilla pudiera ir a comer, un viernes, con los amigos.

Alguien recordó aquellos regímenes. No hacía falta mencionar al Régimen. Hablaban de semanas, de meses, casi años, de menú único: cocido. Cocidos de los lunes, de los martes, de los miércoles… Cocidos de años enteros: sopa, garbanzos, tocino, tropiezos de carne, relleno, algo de chorizo o de morcilla, con un poco de suerte. El pollo era un manjar de fiesta, también la paella.

Niñez de cocido, niñez de chapas, canicas y ‘tirables’. Jugar al clavo, al escondite, a guardias y ladrones. Corros y saltos a la comba de las niñas. Miradas furtivas al saltar. Y por la noche lentejas y alubias permanentes, o algún huevo frito y patatas, era todo el espectro de aquellos años sombríos, pero felices, con una onza de chocolate como eterna merienda. Noches de tertulia, de parchís y de la oca, de dormir temprano con un brasero calentando sábanas de hielo. Recuerdos, recuerdos.

Y al despertar, carámbanos, hielo y ‘chupiteles’, camino del colegio.

(Cuando no sabíamos qué era 'crisis', porque habíamos nacido con ella)

Comentarios

Campurriana ha dicho que…
¡Qué hambre!

Bueno, Náufrago, pasaré por aquí con más calma. Una visita cortita ésta.

Feliz tarde de domingo a los dos.
Julio ha dicho que…
Muy buenas , Campu

Pásate cuando quieras. Siempre eres bienvenida y nos confortan tus visitas, con las palabras justas.

Ya sabes que esta isla está abierta, 24 horas al día, 365 días al año.

Aprovecha hasta el máximo lo que te quede de domingo, trabajadora.
Sylvia Otero ha dicho que…
Hola Náufrago,

Aquí al cocido se lo bautizó como puchero. Hasta se dice que alguien está bien o mal "puchereado" si es gordo o flaco. Mis abuelas y mi madre solían hacerlo cuando yo era una niña.

Ese alimento que en ese entonces "era el alimento de los pobres", ahora resultaría carísimo hacerlo.

Pensar que mis abuelos comían ese tocino, chorizos, morcillas, etc. llenos de grasa y vivieron casi hasta los 90 años ...

Qué ricos los garbanzos!! Hace muchísimo que no como.

Ahora son las 12.37 p.m. aquí, así que te imaginarás el hambre que tengo.

Besos,

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