Abandono y nobleza

NOSOTROS NO LO HARÍAMOS
By DOUCE

Yo sé lo que hace mi papá cada día. A veces, él no se da cuenta porque está ensimismado en su trabajo o en él mismo, pero sin que él se entere, sé lo que está haciendo. Una de las cosas que quiere que yo no sepa, son las visitas que hace a un blog de nombre ya de por sí, sugerente: “Dogs of the World”. Él no sabe que yo soy políglota, polimorfa y ‘polisabionda’, por eso, cuando él no me ve, entro, veo las fotos de mis amigos abandonados y leo los comentarios que Jan, el responsable del blog, hace sobre mis amigos sin techo.

Paso un mal rato cuando veo esas miradas tristes, perdidas, desconcertadas, siento escalofríos cuando los veo vagabundear sin rumbo, o tumbados de cansancio, a la intemperie. Pienso en mí, y pienso en ellos, y siento una pena enorme, me siento mal al ver que a mi nada me falta, que estoy súper protegida, llena de cariño y los veo a ellos. Me parece injusto. No lo entiendo y menos aún que sean los que se dicen humanos y son capaces de hacer esto. Para mí, quien es capaz de hacer eso, es capaz de hacer cualquier traición.

Leo los comentarios que hace Jan de cada uno de ellos, leo los nombres con que los ‘bautiza’, porque no conoce a ninguno de ellos: Amigo, Noble, Pirata, Premonición, Soñador, Orejas, Viejita… Con cada uno de esos nombres, en una sola pincelada, describe al perro que se ha encontrado por la calle: escondido, vagando sin rumbo, tumbado en un rincón, apoyado en un muro como “Sol y Sombra”…

Para cada uno de ellos reserva unas reflexiones, siempre acertadas, para expresar lo que hay detrás de cada uno de mis amigos. A mí siempre me conmueven y me queda un sabor agridulce, el del abandono y el de la mirada amiga que piensa en él y le acompaña, aunque sea por unos breves momentos. ¡Sienta tan bien una mirada amiga, tan solo unas palabras, cuando uno se siente solo!

Por otra parte, siento al mismo tiempo, una gran pena y un gran orgullo al verles sobrevivir con nobleza, sin una queja, sin un lamento, con la dignidad de un perro.

Comentarios

Campurriana ha dicho que…
Lo cierto es que Jan sabe describir perfectamente esa sensación que invade a algunos humanos cuando se encuentran frente al mejor amigo del hombre tirado en la calle o incluso en la cuneta...

Le felicito también desde aquí por esta serie tan enriquecedora.

Recomendada la visita, por supuesto.

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