Los franceses contentos con su escuela y con sus profesores
Llegadas estas fechas, el Náufrago mira sin querer hacia las aulas. Su mirada no es de liberación, pero tampoco completamente de nostalgia. Durante los muchos años pasados enseñando - toda una vida - se volcó desde el primer día en su labor, en hacer lo mejor posible su trabajo. Él, y habla sinceramente, no concede a este hecho gran importancia. Fue educado así, en el perfeccionismo y a ello se atuvo mientras fue profesor.
Lo de ‘enseñante’, que se popularizaría en torno a los años 70, le suena fatal, aunque, lamentablemente es a lo que se ven reducidos los profesores. A enseñar algo, si pueden y les dejan en paz tanto las autoridades educativas, como los propios alumnos y los padres.
Pensar que además de enseñar se ‘educa’, se le antoja casi una hermosa utopía, cuando se vive la realidad de las aulas, en particular en estos últimos años. Sólo los que contemplan el mundo de la escuela desde los despachos, los libros y las declaraciones, pueden pretender hacer creer que, en las actuales circunstancias, se puede llegar a ‘educar’. Sería suficiente con que no se maleducara. Así que, a nuestro pesar, habrá que adoptar el título de enseñante. Y no es la preparación científica la que falta, son muchos otros componentes los que impiden que en la escuela se pueda ‘educar’, por escandaloso que suene en la voz de un ex profesor.
Pero no era de eso, algo muy complejo y largo de explicar, de lo que el Náufrago quería hablar. Tan sólo deseaba dejar constancia de unos datos que acaba de leer en la prensa y televisión francesa. El titular dice:
Curiosamente son casi la mitad de los alumnos 49%, los que más se quejan de la falta de autoridad de los profesores, mientras que sólo el 15% de los padres hacen referencia al tema.
Si concedemos algo de credibilidad a este tipo de sondeos, al menos como impresión general, puede decirse que el grado de satisfacción es más que aceptable. Les dejo ahora que hagan sus propias conjeturas, trasladándolo a los vecinos que vivimos aquí abajo.
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Lo de ‘enseñante’, que se popularizaría en torno a los años 70, le suena fatal, aunque, lamentablemente es a lo que se ven reducidos los profesores. A enseñar algo, si pueden y les dejan en paz tanto las autoridades educativas, como los propios alumnos y los padres.
Pensar que además de enseñar se ‘educa’, se le antoja casi una hermosa utopía, cuando se vive la realidad de las aulas, en particular en estos últimos años. Sólo los que contemplan el mundo de la escuela desde los despachos, los libros y las declaraciones, pueden pretender hacer creer que, en las actuales circunstancias, se puede llegar a ‘educar’. Sería suficiente con que no se maleducara. Así que, a nuestro pesar, habrá que adoptar el título de enseñante. Y no es la preparación científica la que falta, son muchos otros componentes los que impiden que en la escuela se pueda ‘educar’, por escandaloso que suene en la voz de un ex profesor.
Pero no era de eso, algo muy complejo y largo de explicar, de lo que el Náufrago quería hablar. Tan sólo deseaba dejar constancia de unos datos que acaba de leer en la prensa y televisión francesa. El titular dice:
- "El 88% de los franceses están ‘satisfechos de su escuela, de su universidad o de la escuela y la universidad de sus hijos. El 32% se muestran incluso muy satisfechos. En igual porcentaje se consideran satisfechos de la “formación” de los profesores.
- Sobre las dificultades encontradas en la escuela:
- El 32% citan en primer lugar la ‘saturación de las aulas’
- El 24% se queja de la faltan de autoridad de algunos profesores
- El 23% lamentan la ‘heterogeneidad de las clases”
Curiosamente son casi la mitad de los alumnos 49%, los que más se quejan de la falta de autoridad de los profesores, mientras que sólo el 15% de los padres hacen referencia al tema.
- Respecto a la “violencia en la escuela” los datos que arroja la encuesta son éstos:
- El 32% se ve ha sentido afectado por la violencia verbal entre alumnos
- El 12% se ha sentido agredido físicamente en el interior de los centros educativos
- Los deseos que expresan los encuestados son:
- Para el 40% de los franceses la reducción del número de alumnos por clase
- El 26% desea apoyos para una atención individualizada de los alumnos.
Si concedemos algo de credibilidad a este tipo de sondeos, al menos como impresión general, puede decirse que el grado de satisfacción es más que aceptable. Les dejo ahora que hagan sus propias conjeturas, trasladándolo a los vecinos que vivimos aquí abajo.
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