¿La vida es sueño? ¿O el sueño es vida?

Anoche me acosté con José Luis Sanpedro. Aclaremos. Me dormí, releyendo algunos pasajes de su libro “Escribir es vivir”, convenientemente subrayado cuando lo leí por primera vez. Entre los párrafos señalados, se encontraba éste:
“Vivo en un mundo que es el mío, que está construido de fragmentos del mundo real, que a su vez existe o no existe. No lo sé, pero me da igual, porque es el mismo del que los demás cogen fragmentos...Y lo que intento decir es que el escritor escribe desde su propio mundo. Yo me hice escritor porque la escritura me salvó... Es importante saber que cada cual tiene su mundo, que cada cual tiene su verdad."

Hoy, cuando abrí el ordenador, me sorprendió una cita en una revista francesa que recoge aspectos del mundo cultural francés Se llama EVENE. Leí lo siguiente:

- “La vie n'est pas ce que nous vivons, elle est ce que nous imaginons vivre". Pascal Mercier. Vivimos lo que imaginamos vivir.

Y no me parece mal vivir de lo que soñamos que vivimos. ¡Ay de aquél, al que se le acaban los ‘sueños’! Si me he detenido un momento esta mañana sobre esta reflexión tan antigua como el hombre: la vida como sueño, ¿ el sueño es vida?, es porque ayer, me entretuve en un reportaje de un periodista sobre la que él llamaba “La sacerdotisa de la diosa Diana”.Describía cómo era la casa de esta señora, jubilada. Margaret Tyler, ha hecho de su adosado en el suburbio londinense de Kenton, una auténtico museo dedicado la casa real inglesa. El salón, la habitación dedicada a Diana, el cuarto de al lado , titulado “Rincón de Carlos y Camila”... El reportaje no dice nada sobre si el cuarto de baño está dedicado a la Reina madre. En este bazar, apenas hay sitio para moverse, para sentarse. Todo está lleno de platos, tazas, cuadros, ceniceros alfombrillas de baño, muñecos de las tartas de boda, manteles de ganchillo, todo lo que la horterez haya podido poner en el mercadillo de los souvenirs reales.

Cuando la gente que visita la casa museo le pregunta:

- “Bueno, ¿ y tú dónde vives? Ella responde, pues aquí ¿dónde voy a vivir? Ésta es mi tele, ésta la mesa donde desayuno...”

Y resumiendo su vida, que cualquier otro puede definir ‘ex-travagante’, por decirlo de una manera ‘vagante’, sin extra, explica su filosofía vital: “Yo soy feliz aquí, con estas cosas; por ahí fuera me aburro, sólo aquí dentro lo paso bien”.

¿Y quién es nadie para decirle que eso no es ‘Vida’? ¿Alguien dispone de la patente del 'modelo vital'? Que lo diga, no vamos a comprársela.

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